Tras superar las 1.000 toneladas en 2015, las importaciones de oro de la India cayeron un 41% en 2016, hasta las 600 toneladas. Para el conjunto del año 2017, desde Metals Focus pronostican unas importaciones de oro de entre 700 y 800 toneladas.
Las importaciones de oro por parte de la India, el segundo mayor consumidor mundial de oro, han caído desde 2015, año en el que superaron las 1.000 toneladas. Las medidas del Gobierno indio encaminadas a reducir las importaciones de este metal, poniendo en circulación el oro acumulado en los templos y en las casas de los ciudadanos, han empezado a cosechar resultados: en 2016, la cifra se redujo un 41% interanual, hasta las 600 toneladas.
Sin embargo, para este año 2017 se espera un repunte de las importaciones, que oscilarán entre las 700 y las 800 toneladas, según los pronósticos de la consultora Metals Focus.
La demanda total de oro, incluyendo los sectores de joyería, inversión e industria, cayó un 27% el año pasado, hasta las 676 toneladas, la cifra más baja de la última década.
El sector de la joyería de oro, de suma importancia en la economía india, consumió, por primera vez en los últimos diez años, menos de 600 toneladas. Entre los factores que influyeron en esta caída está la imposición, por parte del Gobierno, de medidas como la obligación de declarar el número de identificación personal PAN en las transacciones superiores a 200.000 rupias (unos 2.700 euros); la introducción de un impuesto al consumo de oro; el incremento de las inspecciones sobre las transacciones en metálico; la desmonetización (ilegalización de los billetes de mayor valor); y una huelga sin precedentes que tuvo 42 días paralizada a la industria local.
En cambio, el año 2017 ha comenzado con una tendencia muy diferente: la demanda de joyas de oro ha crecido un 16% interanual, hasta las 92 toneladas y el optimismo de los inversores se ha dejado sentir durante los cinco primeros meses del año. Un optimismo al que ha contribuido el establecimiento del tipo del impuesto sobre bienes y servicios (GST), aplicable a la industria joyera desde el pasado 1 de julio, en el 3%.
Este sentimiento positive se ha traducido en un incremento de la demanda y de las importaciones de oro en el país. Durante los cinco primeros meses del año, las importaciones han sobrepasado las 480 toneladas, un 230% más que en el mismo periodo de 2015 y el mejor arranque de año desde 2013.
Según el análisis de la consultora Metals Focus, este incremento refleja dos cuestiones: por un lado, la depresión del mercado en 2016; por otro, la implementación del nuevo impuesto sobre bienes y servicios desde el pasado 1 de julio.
En efecto, la demanda se vio afectada en 2016 por los cambios regulatorios y la incidencia de la huelga en la industria, entre marzo y abril, periodo durante el cual las importaciones cayeron a 18 y 28 toneladas, respectivamente (en 2017, las importaciones combinadas de marzo y abril superaron las 200 toneladas).
Respecto al nuevo impuesto sobre bienes y servicios, cuya implementación se anunció en el mes de agosto de 2016, ha supuesto la mayor reforma fiscal en la economía de la India desde su liberalización en 1991.
Este impuesto, cuya entrada en vigor se produjo el pasado 1 de julio, ha reemplazado a un total de 15 impuestos indirectos y permitirá que los bienes y servicios estén sujetos al mismo tipo impositivo en todo el país. Hasta ahora, los impuestos sobre la joyería de orto, por ejemplo, eran potestad de los estados, lo que llevaba a agravios comparativos como que el IVA que se aplicaba a estos productos en el Estados de Maharashtra era del 1,2%, mientras que en Kerala era del 5%. Desde el 1 de julio, todas las compras de oro estarán sujetas a un impuesto del 3%.
Aunque se espera que, a la larga, este nuevo impuesto resulte positivo para la industria, a corto plazo esta amplia reforma fiscal va a afectar al funcionamiento del sector.
Precisamente, la entrada en vigor de este nuevo impuesto ha provocado un repunte de las importaciones de oro, debido a que los comerciantes han tendido a reaprovisionarse ante del 1 de julio. Desde Metals Focus creen que, tras la entrada en vigor del impuesto, las importaciones se van a reducir, debido al incremento del papeleo necesario para realizar unas transacciones que, hasta el momento y según la tradición india, se realizaban exclusivamente de forma verbal.
Además, el nuevo impuesto va a suponer mayores requerimientos de capital para las empresas, que tendrán que adelantar el pago de los impuestos, para luego reclamar el crédito por sus exportaciones. Y los suministradores extranjeros tendrán que estar registrados en el país, lo cual puede retraer a algunos de ellos.
Según las estimaciones de la consultora, las importaciones van a ralentizarse de aquí a finales de año, con unas cifras globales para 2017 de entre 700 y 800 toneladas, en comparación con las 600 que se importaron en 2016.