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La industria del automóvil seguirá necesitando al platino

Atasco en las calles de Pekín (China)

El escándalo que saltó en 2015 por la manipulación de los dispositivos de control de emisiones contaminantes en los motores diésel de Volkswagen, el conocido como “dieselgate”, supuso un punto de inflexión en la cotización del platino, metal que llegó a ser más valioso que el oro.

El platino llegó a cotizar cerca de 1.900 dólares la onza entre 2009 y 2012, superando al precio del oro. Sin embargo, a raíz del “dieselgate”, el precio comenzó a caer. La desconfianza de los consumidores lastró las ventas de los vehículos con motores diésel, en cuyos catalizadores se emplea platino.

Además, diversos gobiernos nacionales y locales comenzaron a aprobar regulaciones muy restrictivas de las emisiones de estos vehículos, que provocaron una importante caída de su cuota de mercado en Europa, su principal mercado. Esto se transmitió al mercado del platino, cuyo principal demandante, precisamente, era esa industria automovilística.

De hecho, en septiembre de 2017, esta caída de cuota de mercado de los vehículos diésel y el consiguiente aumento de ventas de los de gasolina provocó una inversión en los precios de platino y paladio: el segundo (que se usa en la fabricación de catalizadores para los motores de gasolina) superó el precio del primero, por primera vez desde el año 2001.

Sin embargo, parece que el pronosticado desplome del platino no va a producirse, ya que la industria del automóvil va a tardar más de lo previsto en implementar la sustitución de los motores diésel.

Según explica Nicholas Hops, analista de Coronation Fund Managers, desde Business Day, la industria de los metales del grupo del platino, situada fundamentalmente en Sudáfrica, lleva cerca de una década de recesión, debido a la reducción de la demanda y a las perspectivas negativas, que han lastrado los precios hasta niveles mínimos.

La industria sudafricana del platino se ha visto perjudicada por sus altos costes laborales, la caída de su rentabilidad y la preocupación por el futuro de la demanda, amenazada por la caída de cuota de mercado de los vehículos diésel en Europa y la creciente demanda de vehículos eléctricos.

Platino, paladio y rodio

La fabricación de catalizadores acapara el 70% de la demanda global de los metales conocidos como “3E”: platino, paladio y rodio. Datos como éste, explican desde Coronation Fund Managers, hacen que las perspectivas de futuro del mercado sean optimistas.

Un factor favorable es el hecho de que se prevén unas buenas cifras de ventas de vehículos, gracias al impulso de los países emergentes.

Por otro lado, la demanda de metales “3E” va a crecer durante los próximos 10 años, debido a que la legislación medioambiental en China y otras potencias económicas mundiales va a obligar a los fabricantes a aumentar la cantidad de platino, paladio y rodio utilizada en la fabricación de los vehículos, para reducir aún más las emisiones contaminantes.

Unas normativas, además, que van a imponerse mucho antes de lo previsto: China, que tiene el mayor mercado automovilístico del mundo, va a tener en el plazo de cinco años la legislación medioambiental más restrictiva.

En el caso del mercado europeo, la caída de cuota de mercado de los vehículos diésel no resulta tan preocupante, ya que apenas representa el 12% de la demanda global de platino, paladio y rodio, una proporción que se irá reduciendo.

Vehículos eléctricos de batería

En cuanto al impacto de los vehículos eléctricos de batería (BEV, por sus siglas en inglés), el analista de Coronation Fund Managers cree en sus buenas perspectivas a largo plazo, aunque es consciente de que la transición de la industria de vehículos de combustible a eléctricos va a ser más lenta de lo esperado.

“Durante los próximos años, esperamos que se produzca un periodo masivo de transición a los vehículos híbridos, antes de que los vehículos eléctricos de batería empiecen a resultar más asequibles económicamente para el mercado de masas”, señala Hps.

Desde el punto de vista de los inversores en metales del grupo del platino, la situación más preocupante es la adopción masiva de los VEB, ya que en su fabricación no se emplean estos metales.

Se estima que para el año 2030, el mercado de VEB represente el 19% del total de vehículos ligeros, frente a apenas el 1% actual. En cambio, la cuota de mercado de los vehículos con motor de combustión interna (diésel y gasolina) caerá desde el 96% actual al 28%.

Los catalizadores de los vehículos con motores de gasolina utilizan paladio en vez de platino. El mercado del paladio se encuentra actualmente en situación de déficit material y su precio supera en 180 dólares la onza el del platino, con el que tradicionalmente ha estado en desventaja.

El caso es que las cualidades del platino para actuar como catalizador son superiores a las del paladio, por lo que si el precio de éste sigue muy por encima, los fabricantes optarán por volver al platino, que resulta menos costoso.

Precisamente, el platino es el metal más importante para los productores sudafricanos y supone el 60% del total extraído en las minas.

Las estimaciones apuntan a que la demanda de platino, paladio y rodio crecerá un 11% sobre los niveles actuales para el año 2030. De ahí en adelante, tendrá lugar una importante reducción en el suministro procedente de Sudáfrica, debido al agotamiento de la mayoría de las minas actuales.

Los analistas estiman que durante los próximos 12 años se producirá un déficit de suministro medio de 500.000 onzas (15,55 Tm), correspondiente al 2,6% de la demanda anual, que acabará por influir en el precio.

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