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La industria del oro entrará en crisis en 2020 si no invierte en exploración

Las compañías mineras de oro están obsesionadas por reducir costes y minimizar riesgos, lo que puede conducirlas al borde del abismo para el año 2020, debido a la reducción del suministro. Una opinión muy crítica que procede de uno de sus miembros: Mark Bristow, el CEO de Rangold Resources, una de las compañías mineras más rentables.

En una reunión con analistas celebrada el pasado viernes, 24 de noviembre, en Toronto, Bristow advirtió de que a pesar de que el precio del oro se ha recuperado de los mínimos que registró en 2015, la industria no ha reinvertido sus beneficios en exploración ni en estructura de capital. “La mitad del oro que se extrae no es rentable, en términos de costes de extracción reales”, advirtió, “y una cosa que la industria hace muy bien es extraer oro a pérdidas”.

En su opinión, esta circunstancia se está ocultando al centrarse en los costes todo incluido (AISC) en vez de en los costes efectivos. “Esto permite a algunas compañías rebajar los costes todo incluido y presumir de beneficios, al reducir el gasto en mantenimiento de las operaciones o ajustar los presupuestos destinados a la exploración”, señaló.

Bristow también alertó a la industria sobre el daño que está causando la obsesión por el alto grado de concentración del mineral, lo que reduce la vida útil de las minas al centrarse en la extracción del mineral de mejor calidad. Desde 2007, el grado medio de concentración ha caído desde los 2,5 gramos por tonelada a apenas un gramo.

Respecto a la concentración en el sector, el CEO de Randgold apuesta por “fusiones de supervivencia” para reducir el número de pequeñas y medianas empresas mineras que cuentan con activos de muy corto plazo.

Según Bristow, la industria se encamina a una escasez de suministro a partir del año 2020 si el precio del oro se mantiene entre los 1.000 y los 1.400 dólares la onza. “Es muy probable que los costes de producción crezcan, lo que redundará en un aumento de precio del oro que, como la historia ha demostrado, no es necesariamente lo mejor para la industria”, afirmó ante los analistas.

En su opinión, la mejor opción es que el precio del oro se mantenga en torno a los 1.040 dólares la onza durante seis meses, “para que se produzca una limpieza en el sector”.

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