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La industria del platino investiga para sustituir el uso de rodio por paladio

Símbolos químicos y números atómicos del rodio y el paladio

La subida del precio de algunos de los metales del grupo del platino (PGM), como sucedió hace unos años con el paladio o como está sucediendo ahora mismo con el rodio y el iridio, obliga a las compañías que los extraen y a las que los utilizan como materias primas a invertir en investigación para reemplazar los metales más caros por otros en algunas aplicaciones industriales como la automoción.

Hace ya algunos años que el progresivo encarecimiento del precio del paladio llevó a algunas compañías de automoción a iniciar investigaciones para sustituirlo por el platino, más barato, en la fabricación de catalizadores.

Ahora, la subida del precio de otros elementos de la llamada ‘cesta’ de metales del grupo del platino, como el rodio o el iridio, ha provocado que algunas compañías que las extraen inviertan en investigación para reemplazarlos por otros.

Esta línea de actuación la ha puesto de relieve recientemente Neil Froneman, CEO de la minera sudafricana Sibanye Stillwater, en un reciente foro virtual. Sibanye es uno de los principales productores mundiales de metales del grupo de platino y hace unos años se embarcó, junto con la también sudafricana Impala Platinum, en la financiación de un proyecto de investigación con la firma alemana BASF sobre la sustitución de paladio por platino.

En aquella ocasión, el objetivo no era crear demanda de platino de forma artificial. Según Froneman, “la demanda se crea de forma automática. Hay que analizar la composición de la cesta de metales del grupo del platino y mantener un balance interno en la misma”.

Ahora, el siguiente paso anunciado por el CEO de Sibanye es la sustitución del rodio (que actualmente cotiza por encima de los 28.000 dólares la onza) por paladio. Un metal que, aunque se ha revalorizado en los últimos tiempos, se mantiene a un precio bastante inferior al del rodio: en torno a los 2.650 dólares la onza.

Como explican desde Sibanye Stillwater, el rodio es uno de los metales que mejor ejerce la función de catalizador para la conversión de los nocivos óxidos nitrosos, producidos por los escapes de los vehículos, en gases inocuos que pueden ser liberados a la atmósfera.

Se utiliza en los catalizadores trifásicos que se instalan en los vehículos con motor de gasolina, con requisitos cada vez más exigentes debido al endurecimiento de la legislación sobre emisiones contaminantes, especialmente en China y Europa.

También se utiliza como catalizador en procesos químicos de industrias como las del vidrio, componentes eléctricos y como revestimiento en la industria joyera.

Como es lógico, el progresivo encarecimiento del rodio ha provocado que se reduzca su uso en todas estas industrias, para abaratar costes. De ahí que compañías como Sibanye Stillwater estén invirtiendo en su sustitución por otros metales del grupo del platino.

Según los últimos datos publicados relativos a la demanda de rodio, el 85% de la producción de este metal fue a parar a la industria del automóvil en 2019.

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