La imposición de aranceles a la importación de productos de China por parte de Estados Unidos y viceversa, va a impactar en el mercado de los metales preciosos, y no solo en oro, plata, platino y paladio. En el caso del iridio, otro metal del grupo del platino, la guerra comercial va a influir en su precio y en su demanda por parte del sector tecnológico.
Según el último informe Heraeus Precious Appraisal, publicado por la refinería de metales preciosos, la demanda de iridio es mucho menos elástica que la del resto de metales del grupo del platino. Se dice que la demanda de un producto es elástica cuando reacciona a la bajada o subida de precio del mismo. Es decir, si baja el precio del mismo, se incrementa su demanda y si sube, desciende.
En el caso del iridio, además, su demanda se va a ver afectada, según Heraeus, por la ralentización del crecimiento económico global. La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos sobre productos importados de China por valor de 200.000 millones de dólares está afectando al crecimiento económico.
Una tercera parte de la demanda e iridio procede del sector eléctrico por lo que el efecto de los aranceles y de la ralentización del crecimiento va a impactar en el consumo y, por tanto, reducirá el consumo de iridio a corto plazo.
Sin embargo, al tratarse de un producto con una demanda inelástica (es decir, que no reacciona a las modificaciones del precio), el alto precio del iridio no va a ser obstáculo para que se incremente su demanda a medio y largo plazo, debido a la necesidad por parte de la nueva tecnología 5G.
En concreto, como explican desde la refinería Heraeus, el iridio es necesario para la fabricación de filtros de ondas acústicas de superficie (SAW, por sus siglas en inglés), que se utilizan en diversos dispositivos electrónicos como los teléfonos inteligentes.
Las nuevas funcionalidades que incorporan los últimos modelos de teléfonos inteligentes obligan a incrementar el número de estos filtros que lleva cada dispositivo. A ello hay que añadir el hecho de que también se va a incrementar a medio plazo el número de dispositivos inteligentes en el mercado.
Las previsiones estiman que, durante los próximos cinco años, las ventas de teléfonos inteligentes van a crecer a un ritmo del 3% anual, gracias a una mayor penetración en los mercados emergentes.
Por otro lado, la mayoría de los fabricantes de estos dispositivos están introduciendo la tecnología OLED en las pantallas. El crecimiento de la nueva generación de pantallas OLED, las llamadas OLED fosforescentes o PHOLED va a propiciar un incremento del consumo de iridio por parte de la industria tecnológica.
Se estima que la tecnología OLED va a desplazar a las pantallas LCD y, para el año 2025, contará con una cuota de mercado del 75%, lo que va a mantener viva la demanda de iridio y su precio.
El pasado 12 de noviembre, el precio del iridio se situaba en los 1.480 dólares la onza, muy por encima de los precios del oro y del resto de metales del grupo del platino.