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La inestabilidad política en Hong Kong amenaza al mercado del oro local

Manifestación en Hong Kong en junio de 2019

Las manifestaciones de protesta que se vienen sucediendo en Hong Kong durante los últimos meses están influyendo en el oro, no solo por el aumento de la inestabilidad geopolítica que representa, sino también porque amenaza con acabar con su condición de principal puerta de entrada del oro en China, el mayor consumidor mundial de este metal.

Los enfrentamientos entre activistas antigubernamentales y la policía de Hong Kong están afectando a la actividad económica de la región. La ocupación del aeropuerto de Hong Kong por parte de los manifestantes ha afectado a la llegada de turistas, un importante aporte económico para las arcas del territorio, y en general, la inestabilidad reinante está afectado a las ventas de joyas de oro y amenaza a su papel como principal camino de llegada de oro hacia China.

Según señala Reuters, la incertidumbre por la situación política está retrayendo las ventas de oro, debido a los problemas logísticos a los que se enfrentan a la hora de enviar ese oro fuera de su territorio, transporte que se hace habitualmente por vía aérea.

Ello supone exprimir aún más un mercado que ya se encuentra presionado por la decisión de Pekín de incrementar las importaciones directas de oro, mientras trata de evitar la fuga de capitales.

La situación resulta complicada para Hong Kong, que corre el riesgo de perder el control sobre un activo líquido y de fácil portabilidad como el oro, que es el principal canal de fuga de capitales en momentos de incertidumbre económica.

De hecho, importantes empresas de metales preciosos radicadas en Hong Kong, como J. Robart & Co, han confirmado a la agencia Reuters que cada vez más clientes están optando por almacenar su oro en lo que consideran jurisdicciones más seguras, como son Singapur y Suiza.

Mientras, la cifra de oro importado por China desde Hong Kong está cayendo en los últimos meses: el pasado julio, la cifra cayó a 8,08 toneladas, la más baja de los últimos ocho años. Según los datos de GFMS Refinitiv, el flujo de oro desde Hong Kong a China se ha reducido un 45% en el primer semestre del año, hasta las 175,7 toneladas, en comparación con las 321,1 toneladas del primer semestre de 2018.

El territorio de Hong Kong ha sido tradicionalmente uno de los mercados de oro físico más activos del mundo, con un floreciente comercio de joyería y una larga tradición que le sitúa como uno de los principales centros de Asia para el comercio de este metal.

Una posición que se está viendo seriamente amenazada por la inestabilidad política: según han confirmado a Reuters varios comerciantes del distrito joyero, desde que comenzaron las protestas, sus ventas se han reducido entre un 10 y un 50%.

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