El oro podría alcanzar los niveles de precios registrados hace cuatro años, gracias a la combinación de una inflación creciente y unos tipos de interés reales negativos, que se combinan para impulsar la demanda, según un análisis de Incrementum AG, sociedad de gestión de activos con sede en Luxemburgo, desde donde señalan que este metal podría estar comenzando un ciclo alcista.
La sociedad prevé un aumento del precio hasta el entorno de los 1.400-1.500 dólares la onza en 2017, según Ronald-Peter Stoeferle, socio director. Incrementum AG gestiona un patrimonio de alrededor de 100 millones de francos suizos (unos 93 millones de euros).
El oro ha subido su precio en el presente año, influido por cuestiones políticas como las dudas sobre la capacidad de la administración Trump de llevar a efecto su política, la incertidumbre en torno a las elecciones en varios países europeos y el recién iniciado proceso del Brexit.
A este incierto escenario geopolítico se une la alerta ante los signos de incremento de la inflación en EE UU, tras la subida de tipos recientemente aprobada por la Reserva Federal, a la que se espera que sigan otras dos durante el presente año.
La inversión en lingotes y monedas se considera tradicionalmente como un muro defensivo frente a la inflación creciente, que ayuda a los inversores a preservar su poder adquisitivo. Pese a que la subida de tipos de interés en EE UU suele beneficiar al dólar y perjudicar al oro, aunque éste ha subido de precio durante los últimos ciclos de subida de tipos de interés.
Por su parte, Société Générale no es tan optimista respecto a la evolución del oro, cuyo pronóstico de precios para este año se mueve en una horquilla de entre 1.125 y 1.230 dólares la onza.