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La inversión en oro físico aumentó un 12% interanual, hasta las 948 toneladas, en 2020

Bola del mundo sobre lingotes de oro

El año pasado fue un buen ejercicio para el oro. Además de sobreponerse a la caída generalizada del precio de los activos en marzo, logró batir su máximo registro histórico en agosto, por encima de los 2.000 dólares la onza. No es extraño que, con las circunstancias excepcionales que han rodeado a 2020, la inversión en oro físico haya crecido un 12%, hasta alcanzar las 948 toneladas.

Son cifras extraídas del informe Precious Metals Investment Focus 2020/2021, publicado por la consultora Metals Focus el pasado mes de noviembre, con estimaciones más ajustadas sobre las cifras de cierre del pasado año.

El informe revela que la caída de la demanda en los dos principales mercados, China y la India, se ha visto compensada por la subida de la inversión en oro físico en los países más industrializados, además de en Turquía.

Uno de estos mercados clave para 2020 ha sido el europeo, cuyas cifras crecieron un 86% interanual en los nueve primeros meses del año.

La proyección de Metals Focus para el año completo apunta a un crecimiento del 53% con respecto a 2019, lo que representaría su cifra máxima de los últimos siete años.

El crecimiento de las cifras de inversión en oro físico en Europa supone el fin de un periodo de debilidad: entre 2015 y 2019, las ventas netas de lingotes y monedas de oro se redujeron un 30%.

“Aunque la pandemia parece haber sido el factor dominante de este aumento de la demanda, el sentimiento de los inversores hacia el oro ya era muy positivo antes del inicio de la misma. Este hecho fue especialmente evidente en Alemania a finales de 2019 y comienzas de 2020, cuando la bajada de los tipos de interés a niveles negativos, el precio récord del oro en euros, la ralentización de la economía y la preocupación por la divisa aumentaron el atractivo del oro”, apunta el informe de Metals Focus.

En Estados Unidos, las ventas de lingotes y monedas de oro cerraron el año, según las estimaciones de la consultora, con un crecimiento neto de casi el 300% con respecto al año anterior, hasta las 78 toneladas, su cifra máxima en cuatro años.

Pese a ello, el mercado se vio afectado, al igual que en Europa, por un desabastecimiento de productos provocado por el cierre temporal de las principales refinerías suizas.

Otro mercado clave para la subida de la demanda de oro físico de inversión en 2020 ha sido Turquía. Sus cifras han sido claves para que el conjunto de Oriente Próximo cierre el año con un total de 171 toneladas, un 49% más que en 2019 y la cifra más alta de los últimos siete años.

El aumento del 113% en las cifras de Turquía supone el mayor incremento interanual en términos de volumen, superando a Estados Unidos y Alemania, lo que coloca al país en el cuarto puesto global en 2020.

La depreciación de la lira turca y la situación de la economía del país han disparado la demanda de oro físico de inversión como activo refugio.

India y China

El aumento de la demanda en los países antes señalados ha permitido compensar las caídas en los dos mayores mercados mundiales del oro físico: China y la India.

En el caso de la India, su demanda de lingotes y monedas ha caído un 7%, hasta las 136 toneladas, la cifra más baja de los últimos años. Por su parte, China cerró el año con un descenso del 14% en las ventas.

La recuperación de la demanda a partir del tercer trimestre, debido a que el país sufrió la pandemia antes que el resto del mundo, sirvió para reducir las pérdidas anuales.

La cifra conjunta de los países de Extremo Oriente es de 248,8 toneladas, casi la mitad de la cantidad registrada en 2018.

De cara a 2021, desde Metals Focus creen que la demanda de oro físico de inversión seguirá creciendo. Las estimaciones de la consultora apuntan a una cifra global de 1.070 toneladas, que representaría el máximo de los últimos siete años.

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