Hace unos días, el diario italiano La Stampa apuntaba la posibilidad de que el Gobierno del país se estuviera planteando la posibilidad de vender parte de sus reservas de oro para hacer frente a la situación económica. El viceprimer ministro, Matteo Salvini, reconoció ante la prensa que lo estaban considerando. Ahora, la agencia Reuters asegura haber tenido acceso a un borrador del proyecto de ley que la Liga, uno de los partidos gobernantes, va a presentar y cuyo objetivo es establecer las normas para regular esa venta.
El debate ya estaba instalado en la opinión pública italiana tras la noticia publicada el pasado 11 de febrero en La Stampa, que aseguraba que el Gobierno italiano quería vender parte de las reservas de oro para hacer frente al déficit presupuestario y evitar la subida del IVA en 2020.
Ahora ha llegado la confirmación, por parte de la agencia Reuters, de la existencia de un borrador de proyecto de ley, elaborado por la Liga, para regular la venta de las reservas, lo que demuestra que el Gobierno italiano va en serio.
Según la agencia, funcionarios del partido gobernante han negado la existencia de planes para vender el oro, pero el borrador al que ha tenido acceso Reuters propone una enmienda a la actual legislación, que permitiría la venta de las reservas si se autorizase por medio de una ley constitucional.
Desde las filas de la Liga, su portavoz económico, Claudio Borghi, confirmó a Reuters la existencia del borrador, que aún no ha sido presentado ante el Parlamento, y afirmó que “se trata tan solo de una hipótesis”. Además, Borghi sostiene que el hecho de que en el borrador se contemple la necesidad de una ley constitucional para autorizar la venta demuestra que el Gobierno no tiene intención de vender las reservas de oro para solucionar sus dificultades económicas.
La aprobación de una ley constitucional requiere de un largo procedimiento legislativo, que implica una amplia mayoría parlamentaria y, en algunos casos, incluso la celebración de un referéndum.
Borghi aseguró a Reuters que su partido se está planteando la posibilidad de presentar un proyecto de ley según el cual se necesitaría una mayoría parlamentaria de dos tercios para autorizar la venta del oro, o incluso contemplan la posibilidad de prohibir su venta, cualesquiera que sean las circunstancias.
Sin embargo, el hecho de que la propia Liga haya presentado un proyecto de ley para establecer que el oro es propiedad del Estado italiano, no de la Banca d’Italia (un debate histórico en el país), indica que la venta del oro es una cuestión que está sobre la mesa.
El tercer país con más oro
Este debate reviste su importancia, ya que Italia es en la actualidad el tercer país con mayores reservas de oro: 2.451,8 toneladas, según los últimos datos publicados por el Consejo Mundial del Oro.
El organismo que tiene la titularidad de estas reservas es la Banca d’Italia, que ejerce el papel de banco central del país. Esta institución nació en 1893, como resultado de la fusión de la Banca Nazionale nel Regno d’Italia, la Banca Nazionale Toscana y la Banca Toscana di Credito. Sus reservas iniciales de oro fueron de 78 toneladas, el 86% de las cuales fueron aportadas por la Banca Nazionale nel Regno d’Italia.
En 1926 le fueron transferidas también las reservas del Banco di Napoli y del Banco di Sicilia, en total 70 toneladas más. Para 1933, sus reservas ascendían a 561 toneladas más. Sin embargo, su participación en la Segunda Guerra Mundial obligó a vender parte de las mismas para sufragar los gastos de la contienda, lo que provocó que descendieran hasta las 106 toneladas.
En 1943, la cifra era de 121 toneladas. Pero tras la firma del Armisticio, en septiembre de ese año, los alemanes confiscaron una buena parte del oro italiano, reduciendo la cantidad, en octubre de 1944, a apenas 22 toneladas.
Tras el final de la guerra, en mayo de 1945, la Comisión Tripartita para la Restitución del Oro Monetario a los países que habían sido saqueados por los nazis asignó a Italia 31,7 de las 69 toneladas de oro que ésta reclamaba. En 1958 se le asignaron otras 12,7 toneladas, lo que dejó en 25 toneladas la cantidad oficialmente perdida por la Banca d’Italia debido a la guerra.
En la posguerra, Italia se convirtió en un país exportador, por lo que comenzó a atraer flujos de divisas extranjeras, especialmente dólares, parte de los cuales se utilizaron para comprar oro. Así, sus reservas se incrementaron gradualmente hasta que, a finales de 1958, se elevaron hasta las 244 toneladas.
Por su parte, la Oficina Italiana de Divisas (UIC, por sus siglas en italiano) fue adquiriendo oro en el mercado y a otros bancos centrales europeos. Para 1960, sus reservas de este metal ascendían a unas 2.000 toneladas. Entre 1960 y 1965, la UIC transfirió 1.890 toneladas a la Banca d’Italia, que quedaba encargada de la custodia de las reservas de oro. La UIC se ocuparía de las divisas extranjeras.
En 1965, las reservas de la Banca d’Italia ascendían a 2.136 toneladas. En años posteriores, la cifra se fue incrementando hasta las 2.452 toneladas con que cuenta en la actualidad.