La compañía rusa Nornickel, la mayor productora mundial de paladio, está buscando rutas alternativas para seguir exportando el metal, cuyo suministro se ve amenazado por las sanciones internacionales a Rusia y por el cierre del espacio aéreo europeo a los vuelos procedentes de este país.
El principal accionista de la compañía minera rusa Nornickel, el empresario y multimillonario Vladimir Potanin, aseguró el pasado 12 de marzo en la cadena de televisión local RBC TV que se enfrenta a importantes problemas logísticos y que está gestionando rutas alternativas para poder seguir exportando el paladio que produce.
Según Potanin, el cierre del espacio aéreo europeo a los vuelos procedentes de Rusia ha complicado el suministro de paladio y les ha obligado a encontrar nuevas rutas de transporte del metal para satisfacer la creciente demanda y controlar la subida del precio.
El ejecutivo de la minera rusa señaló que los consumidores están muy preocupados por los problemas de suministro y muchos de ellos se están planteando cancelar sus contratos.
En opinión de Potanin, Rusia debería tratar de mantener su posición económica en los mercados que ahora mismo están rechazando operar con Moscú debido a la invasión de Ucrania. El empresario advirtió que confiscar los activos de las empresas que han decidido salir de Rusia podría destruir la confianza de los inversores durante décadas y devolver al país a la época de la Revolución bolchevique de 1917.
“La recuperación de la economía rusa dependerá de la profundidad de la actual crisis. Cuanto antes se resuelva ésta y se reanude el diálogo con nuestros socios, más leves serán las consecuencias que tendrá que afrontar nuestro país”, señaló el responsable de Nornickel.
La compañía, que es la mayor productora mundial de paladio y níquel refinado, no se ha planteado alejarse de sus mercados tradicionales y buscar otros nuevos, pero tiene planes al respecto.
Otra cuestión que preocupa a los responsables de la compañía es cómo hacer frente a su deuda externa, debido a los límites a las transacciones comerciales impuestos por el Gobierno ruso.
Según Potanin, desde el Gobierno han autorizado a la compañía a que realice ciertos pagos para satisfacer parte de su deuda.
El precio del paladio se ha desplomado un 17% en las últimas horas, tras haber alcanzado un nuevo máximo histórico impulsado por la guerra de Ucrania, debido a la preocupación por la posible escasez de suministro de un metal fundamental para la industria del automóvil.
En estos momentos, su precio es de 2.405 dólares la onza, después de haber superado los 3.300 dólares hace apenas unos días.