La mina de oro de Pueblo Viejo, en la República Dominicana, va a seguir activa y produciendo oro hasta después del año 2040, tras la inversión de más de 1.000 millones de dólares en su ampliación por parte de la compañía que la explota, la minera canadiense Barrick Gold.
Pueblo Viejo (en la imagen) fue la cuarta mina que más oro produjo en el pasado año 2018, con un total de 30,1 toneladas, solo por detrás de las minas de Grasberg (Indonesia), Olimpiada (Rusia) y Cortez (Estados Unidos), según el informe Gold Focus 2019 de la consultora británica Metals Focus.
Sin embargo, su producción se había reducido un 3,6% con respecto a la del año anterior, debido a la menor concentración de oro en el mineral extraído. Por ello, la compañía que cuenta con la mayoría de los derechos de explotación de la mina, la canadiense Barrick Gold, ha emprendido un proceso de ampliación que implica una inversión superior a los 1.000 millones de dólares, y que permitirá a la mina líder de Sudamérica extender su vida útil hasta la década de 2030 o incluso más allá.
Según anunció el CEO de Barrick Gold, Mark Bristow, a BNAmericas, “la mina de Pueblo Viejo es un activo de clase mundial. Tiene potencial para seguir produciendo oro hasta más allá del año 2040”.
La expansión anunciada por Barrick Gold (propietaria del 60% de la mina; el 40% restante es de Newmont Goldcorp) implica incrementar la capacidad de la planta de procesado del mineral, así como aumentar las reservas hasta los 7 millones de onzas de oro (217 Tm).
Con la extensión de su vida útil, la mina de oro de Pueblo Viejo consolidará su presencia en la lista de activos ‘Tier 1’ de Barrick Gold, en la que se incluyen las explotaciones que producen más de 500.000 onzas de oro (15,5 Tm) al año durante al menos diez años, y a un coste por debajo de la media.
La explotación supera ampliamente los requisitos para estar en esta lista, tanto en términos de producción como de costes, con una producción prevista para 2019 de alrededor de un millón de onzas de oro (31,1 Tm). De esa producción, Barrick estima que le corresponderán entre 550.000 y 600.000 onzas (17-18,6 Tm).
La ampliación de la mina garantizará que su producción anual se estabilizará en torno a las 800.000 onzas (25 Tm) a partir del año 2022.
Se estima que los costes “todo incluido” (AISC, por sus siglas en inglés) de Pueblo Viejo oscilarán entre los 610 y los 650 dólares la onza, cifra que se encuentra entre las más bajas de la industria y supone menos de la mitad del precio actual de la onza de oro, que está en torno a los 1.500 dólares.
El único problema que tenía esta explotación para estar incluida en la lista de activos ‘Tier 1’ era su vida útil, ya que antes de la ampliación se estimaba que la extracción terminaría durante 2021, aunque la producción continuaría hasta 2029. Un problema que se va a solucionar con la ampliación prevista.
Incertidumbre política
Según explican desde Mining Weekly, uno de los problemas a los que se enfrenta Barrick con este proyecto es la incertidumbre política que existe en la República Dominicana. El actual código de minería lleva en vigor 48 años y ya se ha elaborado el borrador de un nuevo código, en el que se contemplan medidas para garantizar que el Gobierno y las comunidades locales reciban mayores ingresos procedentes de las explotaciones mineras.
Además, el hecho de que en 2020 se celebren elecciones presidenciales constituye otro elemento que añade incertidumbre. El actual presidente, Danilo Medina, lleva ya dos legislaturas al frente del Gobierno y no puede presentarse a la reelección. Desde que accedió al poder, en 2012 (meses antes de que Pueblo Viejo entrara en fase de producción comercial), se ha mostrado muy comprensivo con la actividad de Barrick Gold.
Por su parte, la minera canadiense ha continuado invirtiendo durante los años de mandato de Medina y actualmente está transformando las instalaciones para utilizar gas como combustible, lo que reducirá los costes de producción.
El entendimiento entre ambas partes ha sido confirmado por el propio CEO de Barrick, Mark Bristow, quien ha señalado que “ha sido muy fácil trabajar con al actual Gobierno”. De hecho, Bristow ha mantenido dos reuniones con el presidente Medina desde el pasado 1 de enero, fecha en que accedió al cargo de CEO de Barrick, tras la absorción de Randgold Resources.
Pese a esta incertidumbre, desde Mining Weekly aseguran que hay motivos para el optimismo, ya que la expansión está contemplada en el acuerdo de inversión original de Barrick en Pueblo Viejo, lo que debería proteger a la compañía ante cualquier cambio reglamentario introducido en el nuevo código de minería.
En cualquier caso, desde Barrick creen que el entorno político y la seguridad jurídica que ofrece la República Dominicana es razonable, a tenor de los niveles de otros países de Sudamérica. Y el peso de la mina de Pueblo Viejo en la economía del país debería conferir a Barrick cierta influencia en las negociaciones con el Gobierno que salga de las urnas.
Los 5.200 millones de dólares invertidos hasta ahora en la mina representan casi el 20% de la inversión exterior directa en el país en la última década. Y el 96% de la mano de obra de la mina son naturales de la República Dominicana.