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La minera Barrick, dispuesta a comprar el 100% de su filial africana para contentar a Tanzania

Mina de oro de Bulyanhulu (Tanzania), explotada por la compañía Acacia

La compañía canadiense Barrick Gold, la segunda mayor minera de oro mundial en 2018, se está viendo obligada a caminar por el alambre para salvar su negocio en Tanzania, país que lleva años enfrentado a la filial africana de Barrick, Acacia Mining. El veto del Gobierno tanzano a la presencia de esta compañía en su territorio ha obligado a Barrick a lanzar una oferta de adquisición del capital que aún no posee de su filial.

El enfrentamiento entre el Gobierno de Tanzania y la compañía Acacia Mining ha obligado a intervenir a Barrick Gold, propietaria del 65% del capital de ésta, y única interlocutora reconocida por el país africano.

La posible solución a este conflicto, calificada de “apropiada” y “elegante” por Barrick Gold, consiste en una oferta de adquisición por el resto de las acciones de Acacia que aún no posee.

En total, Barrick ha ofrecido 0,1533 acciones suyas por cada acción de Acacia, una oferta de aproximadamente 285 millones de dólares, que supone valorar el conjunto de la compañía en 787 millones. Algunos analistas y los accionistas minoritarios de Acacia consideran que se trata de una oferta a la baja y que Barrick trata de sacar provecho de la situación.

Sin embargo, el CEO de Barrick Gold, Mark Bristow, ha negado este extremo a Bloomberg: “no estamos tratando de aprovecharnos de ninguna situación. Creemos que se trata de una oferta bien meditada, justa y apropiada, que debe ser tomada en serio”.

Acacia Mining es la principal minera de oro de Tanzania, con cuyo Gobierno mantiene un contencioso desde 2017, tras la prohibición por parte de éste de la exportación de metal sin procesar. El Gobierno tanzano, además, reclamó a la compañía el pago de la disparatada cifra de 190.000 millones de dólares en impuestos, una cifra que equivale aproximadamente al beneficio de la compañía durante los dos próximos siglos.

La compañía minera se vio obligada a reducir en un tercio la producción anual de dos de las tres minas que posee en el país: Bulyanhulu (en la imagen) y Buzwagi.

Desde ese momento, la relación entre la compañía minera y el Gobierno tanzano se ha ido deteriorando hasta llegar a un punto de no retorno, según han admitido desde Barrick Gold.

La minera canadiense, propietaria del 65% de Acacia, se vio obligada a hacerse cargo de las negociaciones con la administración del presidente tanzano, John Magufuli, primero por medio de su anterior CEO, John Thornton, y más recientemente, con el recién nombrado Mark Bristow.

La llegada de Bristow a la dirección de Barrick, tras su fusión con Randgold Resources (de donde procede el propio Bristow) ha sido considerada por muchos analistas como la única opción de desbloquear las negociaciones con Tanzania, ya que el ejecutivo sudafricano, geólogo de profesión, lleva décadas trabajando y desarrollando minas de oro en África.

En febrero pasado, se alcanzó un acuerdo marco con el Gobierno de Tanzania, según el cual Acacia pagaría la suma de 300 millones de dólares para cerrar la reclamación por el pago de impuestos y accedería, a partir de ese momento, a repartir el beneficio de sus operaciones con el Gobierno del país.

Sin embargo, las exigencias del país africano van más allá y quieren excluir completamente a Acacia de los acuerdos o las operaciones de gestión de las explotaciones en su territorio.

La producción de oro de Tanzania es lo suficientemente relevante como para obligar a la segunda minera mundial a plegarse a sus exigencias: según el informe Gold Focus 2019, Tanzania fue el décimo noveno mayor productor de oro en 2018, con un total de 48 toneladas, casi un 13% menos que las 55 que se produjeron en 2017.

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