La minera canadiense Barrick Gold ha presentado una oferta para adquirir la mina de oro y cobre de Grasberg (Indonesia), actualmente en manos de la estadounidense Freeport-McMoRan, con el objetivo de aumentar sus posiciones en el mercado del cobre.
El CEO de la minera canadiense Barrick Gold, Mark Bristow, ha declarado que no cree tener competencia por parte de sus rivales para la adquisición de la mina de oro y cobre de Grasberg, en Indonesia (ver imagen), actualmente controlada por la minera estadounidense Freeport-McMoRan, aunque advirtió que aún pasará tiempo hasta alcanzar un acuerdo.
Las declaraciones del ejecutivo de Barrick han avivado la especulación sobre la intención de la segunda minera de oro mundial de aumentar posiciones en el mercado del cobre mediante la adquisición de la explotación bandera de Freeport.
Grasberg es la mayor mina de oro del mundo, y la segunda de cobre. Según el informe Gold Focus 2019, su producción de 2018 se elevó a 83,9 toneladas de oro, un 35,6% más que el año anterior. Su adquisición permitiría a Barrick aprovecharse de la creciente demanda de cobre por parte de la industria del vehículo eléctrico.
Bristow manifestó en una reciente entrevista el interés de la compañía por esta adquisición y descartó una oferta hostil a Freeport: “no hay competencia por Grasberg. En primer lugar, es una activo que está en manos de una compañía estadounidense, por lo que las mineras chinas no pueden acceder a ella. Y, en segundo lugar, Rio Tinto vendió su participación [en 2018]”.
Según el CEO de Barrick Gold, es necesario que el acuerdo responsa a los intereses de las partes. Aunque todavía no se ha alcanzado este acuerdo (según Bristow, podría tardar incluso años), sus comentarios se han interpretado como un mensaje al mercado.
La compañía canadiense está poniendo a la venta sus minas menos productivas, para centrarse en los activos denominados Tier 1, tras la adquisición de la minera Randgold Resources, centrada en el mercado africano, el año pasado.
Bristow también está tratando de resolver una disputa en Papúa Nueva Guinea, donde el Gobierno local quiere obtener mayores beneficios de la mina de Porgera, explotada por una ‘joint venture’ entre Barrick Gold y la minera china Zijin Mining.
Una vez resuelto este conflicto, la compañía tendrá las manos libres para encarar su expansión en Indonesia.
Barrick Gold ha presentado en estos días sus resultados de 2019, con una producción de 5,4 millones de onzas (171 Tm) y un aumento del 46% en el beneficio por acción, lo que ha permitido a la compañía incrementar el dividendo en un 40% en el cuarto trimestre del año.