La segunda compañía minera más grande del mundo, la británica Rio Tinto, ha llegado a un acuerdo con el gobierno de Mongolia respecto a la construcción de una planta de energía para abastecer la gigantesca mina de cobre y oro “Oyu Tolgoi”, ubicada en el desierto de Gobi.
El nuevo acuerdo es una revisión del anterior marco original de la fuente de energía firmado en 2018, y afirma que Río Tinto Company Limited, su filial Turquoise Hill Resources y el gobierno mongol trabajarán para encontrar una solución permanente de suministro de energía a finales de marzo de 2021.
El acuerdo confirma que Río Tinto no tendrá que construir su propia central eléctrica de carbón de 300 MW, que anteriormente había estimado que podría costar 924 millones de dólares. En cambio, el gobierno mongol comenzará la construcción de una central eléctrica a carbón para julio de 2021.
La compañía con sede central en Londres estima que la planta entrará en funcionamiento en los próximos cuatro años. Hasta entonces, el suministro de energía a la mina y al proyecto subterráneo, que proviene de China, continuará bajo los términos actuales.
El depósito de “Oyu Tolgoi” fue descubierto en el desierto del sur de Mongolia en 2001. Rio Tinto lo controló en 2012, y el gobierno retuvo un tercio de la propiedad del activo.
Turquoise Hill, de Canadá, la compañía controlada por Río Tinto que posee el 66% de “Oyu Tolgoi”, encabeza una expansión subterránea en curso, que se ha enfrentado a múltiples demoras.
Rio Tinto y Turquoise estimaron el año pasado un costo excesivo en el proyecto de hasta 1,9 mil millones de dólares debido a la difícil geología. Señalaron que el gasto de capital total estaría en el rango de 6,5- 7,2 mil millones de dólares. El costo de construir una planta de energía habría superado esa cifra.
Las compañías también advirtieron sobre nuevos retrasos de hasta dos años y medio, con la primera producción sostenible prevista entre mayo de 2022 y junio de 2023.
“Oyu Tolgoi” produjo 35.203 toneladas de cobre y 26.154 onzas de oro en los primeros tres meses de este año, en camino de alcanzar la guía de producción 2020. La pandemia de coronavirus, sin embargo, ha provocado una desaceleración de las operaciones desde entonces.