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La moneda de inversión Britannia de una onza en platino se mantiene muy fuerte en 2019

La salida, por segundo año consecutivo, de la onza de platino Britannia ha tenido un fuerte arraigo en las ventas de este conocido bullion internacional. La moneda de 1 oz tiene el mismo diseño que las variantes de oro y plata, con la interpretación de Britannia de Philip Nathan en el reverso.

En febrero del pasado año publicábamos la noticia de la salida al mercado, por primera vez, de una onza Britannia pero en versión platino.

La onza de platino Britannia es emitida por Royal Mint y está considerada como de curso legal en el Reino Unido, lo que la hace exenta de impuestos a las ganancias de capital.

La moneda de 1 onza tiene el mismo diseño que las variantes de oro y plata, con la interpretación de Britannia de Philip Nathan en el reverso.

En el anverso se encuentra el quinto y más reciente retrato de la reina Isabel II, introducido por primera vez en 2015. Fue diseñado por el grabador de Royal Mint, Jody Clark, y puede verse sus iniciales “JC” justo debajo del cuello de la reina.

Al igual que en el tercer retrato, el diseño muestra a la reina diademada con la corona real del rey Jorge IV, la corona que generalmente se usa para la apertura anual del Parlamento, pero a diferencia de cualquiera de los otros retratos de Isabel II, este fue el primero diseñado sin esculturas manuales, trabajo realizado en su lugar por un ordenador.

La versión de Britannia en platino de 2019 mantiene las características del pasado año: valor nominal de 100 libras, peso de 1 onza (31,10 gramos), diámetro de 32,69 milímetros, calidad BU y fino de 9995 milésimas.

A medida que el Imperio Romano se expandía, las provincias conquistadas se personificaban con figuras femeninas; un medio para establecer el orden y crear un sentido de unidad. Extendiendo su influencia hacia el norte, el ejército romano eventualmente cruzó el canal para llegar a las costas británicas. Britannia apareció por primera vez en las monedas del emperador Adriano hace más de 2.000 años.

Restaurada a la acuñación británica en 1672 durante el reinado de Carlos II, apareció en las monedas de todos los monarcas posteriores. Tranquilizada y decidida, ella es un punto de reunión en una crisis o celebración, una encarnación de nuestro orgullo nacional. Al instante reconocible en todo el mundo, Britannia resuena con los inversores internacionales, un símbolo confiable de la calidad de la acuñación británica.

Desde hace 2.000 años Britannia ha personificado una nación. Un símbolo de fortaleza y progreso. Las monedas que llevan su imagen simbolizan la herencia de la acuñación británica a los inversores de todo el mundo

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