Desde la Estación Espacial Internacional se realizó recientemente una fotografía del “Planeta azul” tomada por uno de los astronautas de la actual tripulación. Según el Observatorio de la Tierra de la NASA lo que se aprecia en dicha foto son ríos de oro que atraviesan la selva amazónica en el estado de Madre de Dios, al este de Perú, que corresponderían con pozos de prospección, probablemente dejados por mineros independientes e ilegales.
La foto fue tomada por un astronauta de la Estación Espacial Internacional (ISS) en diciembre y desde su publicación se ha vuelto viral en las redes sociales y algunos medios de divulgación científica. Según explicó la agencia espacial estadounidense, estos «ríos de oro» capturados en las imágenes muestran los pozos de prospección para la minería ilegal, que aparecen como cientos de cuencas llenas de agua rodeadas por áreas deforestadas cenagosas. La agencia explica que las condiciones meteorológicas habían favorecido la captura de estas fotografías, dado que los pozos, normalmente ocultos a la vista, estaban iluminados por la luz solar en ese momento, al descubierto para nuestros ojos.
La imagen de la fotografía muestra el río Inambari y una serie de pozos rodeados por áreas deforestadas de escombros fangosos.
La minería de oro independiente o ilegal es la salida laboral de decenas de miles de personas en la región peruana de Madre de Dios, lo que la convierte en una de las “industrias mineras” no registradas más grandes del mundo, según la NASA.
“La minería también es el principal impulsor de la deforestación en la región, y el mercurio utilizado para extraer el oro contamina las vías fluviales”, agregó la agencia en un comunicado.
Perú es el sexto productor de oro más grande del mundo y Madre de Dios, esta zona en concreto, alberga una de las industrias mineras de oro independientes con más magnitud del planeta, según la NASA. El área es un foco de biodiversidad y la práctica extractiva ha causado una extensa deforestación y destrucción de hábitats de gran importancia.
La prospección de oro en la región se ha expandido desde que la inauguración de la Carretera Interoceánica Sur en 2011 hizo que el área fuera más accesible. La única conexión por carretera entre Brasil y Perú estaba destinada a impulsar el comercio y el turismo, pero «la deforestación puede ser el resultado más importante de la carretera«, dijo la NASA.
El estado peruano de Madre de Dios es una parte prístina del Amazonas del tamaño de Carolina del Sur, donde prosperan guacamayos y monos, jaguares y mariposas. Pero si bien algunas partes de Madre de Dios, como la Reserva Nacional Tambopata, están protegidas de la minería, miles de kilómetros de selva tropical en el área se han convertido en un páramo tóxico y sin árboles.
Los aumentos en el precio del oro en los últimos años han creado ciudades en auge en la jungla, ya que decenas de miles de personas de todo Perú se unieron a la fiebre del oro moderna.
En enero de 2019, un estudio científico encontró que la deforestación de la minería de oro destruyó aproximadamente 9.172 hectáreas de la Amazonía peruana en 2018, según el grupo de Monitoreo del Proyecto Amazónico Andino, conocido como MAAP. Ese es el total anual más alto registrado que se remonta a 1985, según una investigación realizada por el Centro de Innovación Científica Amazónica de la Universidad de Wake Forest, en Carolina del Norte, Estados Unidos.
La deforestación en 2018 eclipsó el récord anterior de 2017, cuando se estima que los mineros de oro talaron más de 9,000 hectáreas de bosque, según MAAP.
Esto significa que en dos años, la extracción de oro diezmó el equivalente a más de 34.000 campos de fútbol americano de la selva amazónica peruana, según el análisis de MAAP.