Es completamente normal que el ahorrador o inversor primerizo en metales preciosos se cuestione, antes de iniciar su proyecto, el formato del producto sobre el que desea ejercer su opción a medio o largo plazo: ¿lingotes o monedas?
Si la persona que desea colocar parte de sus excedentes económicos en metales preciosos, sobre todo en oro, piensa en el tamaño y peso del bien tangible sobre el que depositará su confianza, comprobará que no hay similitudes entre lingotes y bullion o monedas de inversión.
Las diferentes refinerías occidentales, con sello Good Delivery, fabrican sus lingotes de oro con formatos rectangulares y pesos desde 1 gramo a 12,4 kilogramos del denominado como “oro bancarizado”; es decir, desde 0,032 onzas hasta 400 onzas. Lo habitual es que el inversor particular o minorista adquiera sus lingotes entre los tipos de 2, 5, 10, 20, 50, 100, 250 y 500 gramos, y en algunos casos de 1 kilo de peso.
Por lo que se refiere a los bullion, las diferentes Cecas o Casas de Moneda que acuñan este tipo de monedas de inversión parten de un modelo común basado en la medida internacional de la onza troy, equivalente a 31,20 gramos, y sus divisores. Aunque todas no, ya que China Mint Company dejó en 2016 de acuñar su pieza principal, el Panda, con sistema anglosajón de 1 onza, para pasar a presentar su bullion icónico con pesos del sistema métrico decimal, partiendo de 30 gramos, y divisores.
En cuanto al respaldo oficial que tienen los lingotes de oro y el carácter de garantía externa que aportan a cada pieza, son las propias refinerías las que añaden a sus productos el marchamo de calidad y pureza con sus certificados, además del sello Good Delivery grabado en las barras, que obliga grabar la London Bullion Market Association para todas las factorías auríferas que forman parte de su gran grupo mundial. La mayoría son de titularidad privada, si bien hay Mints o Casas de Moneda estatales que también realizan esa actividad de producir lingotes: Royal Canadian Mint, Royal Mint o The Perth Mint.
Entre las 68 refinerías mundiales que cuentan con estos requisitos destacan la española SEMPSA Joyería Platería, en Madrid, y la alemana CHafner, en la ciudad de Wimsheim. Sus lingotes son garantía de calidad y pureza, de ahí que Sociedad Española de Metales Preciosos de Inversión (SEMPI) las eligiera como las refinerías proveedoras de los productos que comercializan en sus planes de ahorro, como el Plan Premier.
Por su parte, los bullion cuentan con el respaldo de ser acuñados en Casas de Monedas pertenecientes a cada estado emisor. La emisión en Cecas como las de la US Mint, Royal Canadian Mint, Royal Mint, Münze Österreich, The Perth Mint, China Mint Company, Sudafrican Mint, etc., avalan el carácter oficial de las acuñaciones que cuentan, además, con los valores nominales propios de cada país en su moneda nacional: dólares estadounidenses, canadienses o australianos, euros, yenes, etc.
Otro concepto diferenciador entre lingote y bullion es el de su imagen o motivos que aparecen en su formato. Los lingotes solo reproducen en la parte superior de los mismos el sello Good Delivery, el anagrama y logotipo de la refinería que lo produce, y el fino y peso de los mismos.
Los bullion o monedas de inversión, en este sentido, son mucho más atractivas que los lingotes, ya que en sus dos caras, anverso y reverso, se plasman bellas imágenes. Habitualmente, en sus anversos se muestran grabados del elemento icónico al que hace referencia la pieza, por ejemplo: un simpático oso panda gigante, un canguro australiano, imagen de la Libertad, Hoja de Arce, búfalo, instrumentos musicales de una orquesta sinfónica… Mientras que en sus reversos aparecen diferentes imágenes relacionadas con el estado emisor. Anversos y reversos conforman una bella estampa que anima tanto a su adquisición como pieza de ahorro e inversión, como de colección.
Estos diseños, así como las acuñaciones anuales limitadas también pueden agregar una mayor prima a las monedas sobre los lingotes
Otro elemento diferenciador es que los bullion se venden sobre la base de su peso y finura de oro, aunque la mayoría de los gobiernos también estampan un valor nominal en sus piezas con el fin de darles curso legal de circulación.
La decisión está en manos de la persona que toma la opción de poner sus ahorros a buen recaudo, confiando en un valor refugio como el oro. Decida lo que decida, lingote o bullion, será siempre una magnífica elección.