El déficit comercial del Reino Unido con el resto del mundo es nada menos que 6.000 millones de libras mayor de lo que habían calculado… ya que la Oficina de Estadísticas Nacionales británica cometió un grave error en los cálculos, según ha desvelado la prensa británica.
Según el organismo dependiente del Gobierno británico, todo se debió a un “error de procesado”, que equivocó el valor de todo lo que el país había importado y exportado durante los dos últimos años. La corrección ha provocado que, a cierre de septiembre pasado, el déficit comercial británico se haya disparado desde los 11.000 millones de libras en que se había estimado, hasta los 17.000 millones, la peor cifra desde que se comenzó a calcular, en 1955.
El error, además, se produce en un momento especialmente sensible para la Oficina de Estadísticas Nacionales, ya que se esperaba con interés el resultado de las estadísticas comerciales para advertir signos de una recuperación en el comercio tras la caída de la libra esterlina con motivo del Brexit.
El problema que dio origen al error se encuentra en la recolección de datos sobre el oro no monetario, que estipulan la cantidad de oro adquirido de forma privada y no utilizado en joyería.
Avery Goodman, analista de metales preciosos, estima en 186, aproximadamente, las toneladas de oro físico que podrían haberse comprado con esos 6.000 millones de euros, en función de la cotización del oro. Una cifra que, según Goodman, es muy elevada para un periodo de tiempo tan corto, y que responde a la incertidumbre generada por el Brexit. “Viene a confirmar lo que vengo diciendo desde hace tiempo: la demanda mundial de oro supera con creces la oferta”, apunta el analista.
El hecho de que se haya elevado esta demanda de oro en un país tradicionalmente poco amigo de la compra de oro físico resulta sorprendente para los analistas. De hecho, Goodman señala que “la demanda personal de oro de los ciudadanos británicos es muy inferior a la de países como Italia, Francia o Alemania., así que si los normalmente orofóbicos británicos han comprado 186 toneladas de oro en apenas tres meses, imagínense lo que va a ocurrir cuando la segunda mayor moneda en negociación se hunda. De repente habrá 340 millones de personas con unas monedas nacionales en las que no confían. ¿Y qué comprarán? ¡Exacto, oro!”.
En opinión de Avery Goodman, a medida que se instale la inestabilidad monetaria en Europa, “el precio del oro subirá por las nubes”.
Así que ya saben…