La Casa de la Moneda de Australia Occidental ha adquirido por tres millones de dólares la pepita de oro más grande del mundo, conocida como ‘King Henry’, que fue extraída en 2018 de la mina de Beta Hunt. La Perth Mint suele adquirir este tipo de piezas para exponerlas en su museo y evitar que una parte importante de la historia de la minería de oro australiana sea fundida para venderse por el valor del oro que contiene.
No se trata estrictamente de una pepita de oro, ya que es un conglomerado de minerales con trazas de oro, que suele denominarse como ‘espécimen de oro’. Su peso total es de unos 94 kilos y se estima que contiene alrededor de 1.400 onzas de oro (43,5 kg.). Recibió el nombre de ‘King Henry’ en honor del minero que la localizó, Henry Dole, en la mina de Beta Hunt (Australia Occidental), hace tres años (segundo por la izquierda en la imagen).
Como informa el periódico australiano ABC News, la pieza pasará a formar parte de la exposición permanente del museo de la Perth Mint, después de que la Casa de la Moneda del estado de Australia Occidental la haya adquirido a Karora Resources, la compañía propietaria de la mina, por unos tres millones de dólares.
‘King Henry’ se une así a la colección de la ceca, de 122 años de antigüedad, en la que figuran otros raros especímenes de oro y piezas únicas como el bullion Canguro de una tonelada de oro, valorado en más de 60 millones de dólares.
Según Richard Hayes, CEO de la Perth Mint, la compra ha sido “una excelente oportunidad para el estado”, ya que solo el precio del oro que contiene supera los 3,5 millones de dólares, y este tipo de piezas suelen venderse con un importante sobreprecio debido al interés que suscitan entre los coleccionistas.
“Una pieza como ésta podría venderse fácilmente por el doble o por dos veces y media el precio actual del oro que contiene. Pero dada su importancia y por el hecho de ser la más grande que existe, su precio podría haber sido incluso superior”, subrayó Hayes.
La compra de esta pieza por parte de la Perth Mint garantiza que ‘King Henry’ se quedará en Australia. La compañía propietaria de la mina en la que se descubrió, Karora Resources, realizó una gira para exponer la pieza en los Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Hong Kong y China, por lo que se temía que algún inversor de estos países acabase adquiriéndola.
En opinión del CEO de la minera, Paul Andre Huet, era muy importante que este espécimen de oro se quedara en Australia: “el hecho de que no se haya fundido en un lingote de doré y que la gente pueda venir a verla durante los próximos cien años constituye una satisfacción para nosotros. Se trata de una pieza eterna”.
Según Huet, “había mucha gente interesada en adquirir una pieza de este tamaño, pero nuestra compañía creyó que lo correcto era venderla aquí, en Australia Occidental, para que se quedara donde todo el mundo pueda disfrutarla”.
El CEO de la Perth Mint ha señalado que la adquisición permite que ‘King Henry’ se preserve para las generaciones futuras y se evite que una pieza de oro histórica para Australia Occidental sea fundida.
Eso es lo que sucedió con una de las piezas de oro más famosas encontradas en Australia Occidental: el ‘Águila de Oro’. Se trataba de un espécimen de oro de 35,5 kilos, con forma de águila con las alas desplegadas.
La encontró en 1931 cerca de la ciudad de Widgiemooltha un chico de 16 años llamado Jim Larcombe, hijo del dueño de la concesión.
Desgraciadamente, el ‘Águila de Oro’ se vendió al Gobierno de Australia Occidental y fue fundida durante la Gran Depresión.
Según Hayes, “es una parte muy triste de la historia de la minería de oro en Australia que tantas pepitas encontradas al inicio de esta actividad se hayan fundido por el valor de su oro. Por eso estamos orgullosos de poder mantener expuesta esta parte del patrimonio cultural australiano”.
Fotos: Kelsey Reid / Kalgoorlie Miner