La Perth Mint australiana ha informado de que dejará de procesar oro procedente de la minería artesanal y a pequeña escala, después de que haya sido acusada de refinar oro extraído en explotaciones de Papúa-Nueva Guinea que utilizaban mano de obra infantil y elementos químicos tóxicos como el mercurio.
Una de las principales refinerías mundiales, la Perth Mint australiana, se ha visto obligada a anunciar que dejará de procesar oro procedente de explotaciones mineras artesanales y a pequeña escala, ante las dudas que han surgido sobre alguno de sus proveedores.
La polémica ha surgido después de que The Australian Financial Review publicara hace unos días que la Casa de la Moneda de Perth refinaba oro por valor de cientos de millones de dólares a pesar de la preocupación de algunos de sus trabajadores respecto a la procedencia del metal.
La Perth Mint se defendió asegurando que había actuado de forma ética y de acuerdo con la regulación relativa a la responsabilidad respecto a las fuentes de suministro del oro.
Su presidente, Sam Walsh, declaró el pasado 16 de junio que había iniciado una investigación independiente sobre las fuentes de suministro del oro, que incluirá a los intermediarios que median entre las explotaciones artesanales y las refinerías.
Como medida preventiva, la Perth Mint procedió a suspender sus relaciones comerciales con todas las compañías y agregadores (intermediarios) que están relacionados con las explotaciones mineras artesanales y a pequeña escala.
La Casa de la Moneda de Perth figura en la lista de refinerías acreditadas por la London Bullion Market Association (LBMA), cuyas normas impiden que estas compañías procesen oro cuya producción o comercio contribuya a los abusos de los derechos humanos, a financiar a países en conflicto o al crimen organizado, o contribuya al deterioro del medio ambiente.
Pese a ello, la propia LBMA ha recomendado a su refinerías asociadas que comiencen a aceptar oro procedente de explotaciones artesanales, siempre y cuando cuenten con todas las garantías. Su objetivo es permitir que los pequeños productores accedan al mercado legal y puedan mejorar sus condiciones de vida.
Sin embargo, muchas refinerías se han mostrado reacias a utilizar oro de esa procedencia, ante la dificultad de poder asegurar que su procedencia es completamente legal y ética.
Desde la LBMA anunciaron el pasado día 12 de junio que abrirían una investigación sobre las presuntas irregularidades en el suministro de oro a la Perth Mint. Si se demuestra que la ceca y refinería australiana ha violado la normativa del mercado londinense, podría incluso perder su acreditación, lo que restringiría su acceso al mercado.
Sin duda, un duro golpe para la ceca australiana, propiedad del Gobierno de Australia Occidental, que refina más del 90% del oro que se extrae en el país, el segundo mayor productor mundial después de China.