El paladio es, sin duda, el metal precioso de moda durante 2018 y lo que llevamos de 2019. Su precio ha ido escalando, de la mano del incremento de la demanda por parte del sector de automoción, hasta superar su máximo histórico y rebasar, por primera vez en su historia, la barrera de los 1.500 dólares la onza.
La responsabilidad de este crecimiento histórico del precio del paladio la tiene la demanda de metal por parte de la industria automovilística, que lo utiliza para la fabricación de catalizadores para los motores de gasolina.
Desde 2015, la demanda de paladio no ha hecho más que crecer. En ese año tuvo lugar el llamado “dieselgate”, el escándalo derivado de la manipulación de los medios de control de las emisiones contaminantes en los motores diésel de Volkswagen.
Ello generó desconfianza por parte de los consumidores, lo que, a su vez, provocó que comenzara a caer su posición dominante en el mercado automovilístico europeo, en favor de los motores de gasolina. De ahí que los fabricantes de automóviles demanden cada vez más paladio.
Sin embargo, según el último informe Heraeus Precious Appraisal, de la refinería suiza Heraeus, los últimos datos económicos relativos a la Eurozona constituyen una amenaza para la situación de actual del paladio.
En efecto, si la Eurozona entra en recesión, se produciría una caída de la cifra de ventas de vehículos lo que, inevitablemente, mermaría la demanda de paladio por parte de la industria.
Como explican desde Heraeus, durante el cuarto trimestre de 2018, el crecimiento de la zona Euro se ralentizó hasta un 0,2%, lo que ha obligado a rebajar las expectativas, aunque todavía se espera que el PIB crezca un 1,6% a lo largo de este año, según las cifras del Fondo Monetario Internacional.
Pese a ello, la producción industrial de la Eurozona está decayendo a su nivel más rápido desde 2009, más aún que en la doble recesión de 2011/2012. El pasado mes de diciembre, el índice de producción industrial caía un 4,2% interanual.
Los analistas de Heraeus estiman que, debido al cambio de gustos de los consumidores en los últimos años, que ha favorecido a los vehículos de gasolina en detrimento de los diésel, el paladio se vería más afectado que el platino en caso de que finalmente la Eurozona entrara en recesión.
Según sus cálculos, una caída del 10% en las ventas de automóviles en 2019 significaría un recorte de unas 150.000 onzas (4,6 Tm) de paladio, 75.000 de platino (2,3 Tm) y 20.000 onzas de rodio (0,6 Tm).
En el caso del platino, su mercado se encuentra sobresaturado, por lo que esta caída de la demanda provocaría que el precio siguiese bajando. El rodio vería ligeramente aliviada la situación de rigidez de su mercado, que se encuentra en situación de déficit de suministro. Y en el caso del paladio, la caída de un 10% en las ventas de automóviles en Europa no modificaría la situación de déficit de su mercado, aunque sí provocaría un frenazo en la escalada del precio.