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La preocupación por la situación de la economía china amenaza a la demanda de plata

Paneles solares fotovoltaicos

Uno de los efectos que la epidemia de coronavirus está provocando en la economía de China es la caída de las cifras de fabricación de placas solares fotovoltaicas. China es uno de los puntales de este sector industrial, que es uno de los mayores demandantes de plata del sector. Si la fabricación de paneles solares cae, también lo hará la demanda de una de sus materias primas principales.

Según el último informe Precious Metals Appraisal, publicado por la refinería Heraeus, la situación de cuarentena que sufre el mercado chino constituye una amenaza para la demanda de plata por parte del sector de paneles solares fotovoltaicos.

Esta demanda ya se estaba viendo afectada por fenómenos como el ‘thrifting’ (reducción de cantidad de plata por célula solar, gracias a la evolución de la tecnología en su fabricación) y el aumento de la eficiencia. Sin embargo, la industria se enfrenta ahora a mayores obstáculos, derivados del debilitamiento de la economía y de la incertidumbre sobre si los fabricantes serán capaces de evolucionar hacia un mercado libre, que no esté impulsado por los subsidios.

En efecto, según el informe de los analistas de Heraeus, las perspectivas de la economía de China son mucho menos optimistas de lo que eran hace apenas unos meses.

De momento, se espera que se produzca un importante impacto en la cadena de suministros global, debido a la influencia del coronavirus. Hay que recordar que China es el mayor mercado fotovoltaico mundial, que acapara más de un tercio de las instalaciones que se realizan al año y la mayoría de la facturación global.

La industria fotovoltaica global acaparó el 8% de la demanda de plata física en 2018, hasta un total de 80,5 millones de onzas (2.504 Tm), según los datos de The Silver Institute.

Por su parte, la demanda de plata de China se elevó a 30,9 millones de onzas (961 Tm), con un aumento de casi 40 GW en la capacidad solar instalada.

Como explican en el informe de Heraeus, la mayoría de las fábricas de módulos solares en China se vieron obligadas a cerrar durante al menos dos semanas, mientras las autoridades lidiaban con el brote de coronavirus.

Aunque muchas de ellas ya han vuelto a abrir sus puertas, la Asociación de la Industria Fotovoltaica de China estima que la producción se va a reducir al menos hasta mediados de año, mientras que los primeros signos de recuperación no se verán hasta el tercer trimestre.

Impacto en el mercado global

La caída de la producción en el mayor fabricante mundial de módulos fotovoltaicos podría provocar un incremento del precio a corto plazo y reflejarse en la demanda, ya que los fabricantes se están quejando de la falta de suministros de láminas y cristales solares.

El aumento del precio de las materias primas podría afectar a los proyectos de futuro y comprometer los encargos a las fábricas.

Heraeus estima que las instalaciones fotovoltaicas globales podrían ser de 20 GW menos de los esperados, como resultado de la paralización de la industria china. Antes de la epidemia los cálculos apuntaban a un aumento de las instalaciones globales de 142 GW (un 14% interanual).

Sin embargo, la situación ha cambiado y la epidemia, junto con la reducción de la cantidad de plata empleada en la fabricación va a añadir más presión a la demanda industrial de plata.

Frente a ello, el aumento del interés por parte del sector de la inversión va a servir para compensar esta caída del sector industrial, por lo que no se espera ninguna caída del precio del metal.

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