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La primera moneda inglesa de oro de Enrique III, subastada en 500.000 dólares

El lunes 8 de enero de 2018 se subastó en Nueva York una de las primeras monedas de oro que se acuñaron en Inglaterra bajo el reinado de Enrique III (1207-1272). La prestigiosa firma estadounidense Heritage Auctions catalogó el penique de oro acuñado en 1257 como lote número 32241 y salió a subasta en un precio estimado de 500.000 dólares.

La rarísima pieza, de la que sólo hay otros 7 ejemplares, tres en el Museo Británico, uno en el Museo Fitzwilliam y el resto en colecciones privadas, fue subastada por primera vez en el año 1859, perteneciente a la Colección Martin.

La moneda, de 2’95 gramos de peso, presenta en su anverso la imagen del rey Enrique III de Inglaterra barbudo y coronado, entronizado de frente con cetro en la mano derecha y orbe en la izquierda. El reverso, cuatrifoliado, muestra una cruz larga anulada con rosa y tres bolitas en cada ángulo.

Maravillosamente acuñado y totalmente original, este penique espectacular exhibe un sorprendente tono de gabinete (mueble numismático) sobre superficies brillantes que conducen a rastros de bordes molestos. El centrado es cuidadoso y el flan o cospel, aunque no demasiado ancho, es casi completamente redondo y no presenta grietas ni defectos obvios, según cataloga Heritage Auctions.

En total fueron acuñados unos 52.000 de estos peniques de oro del rey Enrique III hace casi 800 años, bajo la supervisión del monedero William de Gloucester. Años después de haber sido acuñada la emisión total de esta moneda, cuyo valor nominal era de 20 peniques de plata, se dieron cuenta que el valor del oro que contenía la pieza era superior al del valor facial de la misma, pues el mercado la valoraba en 24 peniques, cuatro más del que supuestamente marcaba la ley. Esto hizo que fueran financieramente inviables, ya que los titulares podrían obtener más dinero fundiéndolos en oro en lugar de usarlas como moneda.

Prácticamente todos los peniques de oro fueron fundidos, menos 8, y reemplazados en 1257 por otros correctamente pesados.

Esta escasez en los mercados numismáticos, además de su extraordinario estado de conservación, es lo que otorga a este penique de oro de Enrique III un altísimo valor.

Descritos y catalogados por primera vez por los numismáticos británicos del siglo XVIII, los peniques de oro de Enrique III representan un período fascinante en la numismática medieval, cuando el oro comenzaba a regir nuevamente en el comercio europeo después de una escasez de casi 500 años. 

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