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La producción de oro de China cae un 10% en la primera mitad de 2017

El mayor productor (y consumidor) de oro del mundo, China, ha visto cómo la producción ha descendido cerca de un 10% en el primer semestre de 2017, con respecto a las cifras registradas en 2016.

Según informa The Market Oracle, esta caída puede interpretarse como un indicativo de que la producción mundial de oro ya ha alcanzado su nivel máximo, y va a descender a partir de ahora, como apuntaba un reciente informe del Consejo Mundial del Oro.

La producción de oro de China ha registrado en el primer semestre del año la mayor caída global con respecto a 2016: un total de 23 toneladas menos, que suponen un 9,8% menos que las 230 toneladas extraídas el año pasado.

Las previsiones apuntan a que esta tendencia a la baja va a continuar en el futuro. Según el informe World Gold Survey realizado por GFMS, se espera que el suministro de oro de China descienda un 14% desde que alcanzara su nivel máximo en 2014.

Esta caída en el suministro del primer productor mundial de oro tiene importantes consecuencias para el suministro mundial, dado el liderazgo del país en el mercado global de este metal. En 2016, China produjo 453 toneladas, 160 toneladas más (+56%) que el segundo productor mundial, Australia. También es el mayor consumidor mundial de oro durante los últimos cinco años, por delante de la India.

Según explican en The Market Oracle, esta tendencia podría suponer que la producción máxima anual de oro ya se ha alcanzado y no se superará en el futuro. Además, las importantes cifras de consumo de oro en China hacen que el país confíe en su producción doméstica para cubrir parte de esta ingente demanda.

Un dato más: el Banco Popular de China ha confirmado que las reservas de oro del país se mantuvieron inalteradas en el pasado mes de octubre y se elevan a 59,24 millones de onzas (1.842,5 toneladas).

El hecho de que la producción se reduzca va a obligar a China a incrementar sus importaciones de oro, lo que va a suponer una presión añadida para el suministro global, que previsiblemente provocará un incremento en el precio del oro.

A ello hay que añadir el hecho de que otros países productores de oro como Australia, el segundo productor mundial, están sufriendo también caídas en sus cifras de producción.

Durante el primer trimestre de 2017, las diez mayores compañías mineras de oro de China acapararon el 41,4% de la producción total del país. A comienzos de año, China era el único de entre los principales productores mundiales de oro que había logrado incrementar su producción durante los últimos años. Ahora, se ha unido a la tendencia descendente global.

Entre las razones que explican esta caída de la producción en el gigante minero asiático están las medidas del Gobierno para combatir la contaminación e incrementar el apoyo a la protección medioambiental. Ello ha provocado que las cifras de producción procedente de fundiciones no ferrosas hayan caído un 30%, hasta las 14 toneladas, a lo que se une una caída de un 2% en la producción procedente de las minas, hasta un total de 65 toneladas.

Un problema global

Esta caída de la producción es un problema a escala global, que afecta también a otros países productores de oro. Según un informe de GFMS, la producción minera se elevó a 756 toneladas en el primer trimestre del año, una tonelada menos que en el mismo periodo del año pasado.

La mayor caída tuvo lugar en Sudamérica y Asia, que se dejaron un 4%. Los mayores descensos se registraron en la producción de China, Mongolia y Perú. Oceanía también sufrió un importante descenso, atribuible a las complicadas condiciones meteorológicas registradas en Australia durante el primer trimestre.

En el caso de Sudáfrica, recuerdan desde The Market Oracle, la caída de la producción es un problema al que llevan años enfrentándose. De hecho, el país encabezó la lista de productores mundiales de oro durante décadas, acaparando cerca del 40% de la producción mundial, y ahora ha quedado relegado a un discreto séptimo puesto, después de que su producción se haya desplomado en cerca de un 80% durante los últimos años. Sin duda, un claro indicio de lo que ahora está ocurriendo en China.

Hacen falta nuevas minas

El problema es que China no solo no exporta el oro producido dentro de sus fronteras, sino que se ve obligada a importar oro desde otros países para satisfacer la demanda interna de los inversores y el sector oficial. El año pasado, por ejemplo, las importaciones de oro de China se elevaron a 1.281 toneladas.

Aunque ésta sea una solución factible a corto plazo para compensar la reducción de la producción propia, a largo plazo no es sostenible, ya que la producción de oro es limitada y el suministro futuro de la cantidad de nuevos yacimientos que se vayan encontrando. Y en los últimos años no se están encontrando demasiados, como señalaba en una reciente entrevista el CEO de Franco-Nevada, Pierre Lassonde.

Por otro lado, el problema se agrava debido a que la demanda de oro físico no muestra signos de reducirse, por lo que es cuestión de tiempo que no haya suficiente oro para satisfacerla, como ocurre en otros mercados como el paladio. El incremento de los riesgos geopolíticos y económicos, unido a la importante demanda procedente de China y la India indican que la demanda va a crecer y, por tanto, el precio del oro también.

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