En 2021 se cumplen 100 años desde que la Rand Refinery sudafricana comenzó su actividad. Conocida por ser la ceca donde se acuña el primer bullion que salió al mercado, el Krugerrand de oro (1967), la Rand Refinery se ha adaptado a los nuevos tiempos, ha modernizado sus instalaciones y se ha convertido en una ceca capaz de competir con las mejores del mundo.
En el último número de la revista Crucible, que publica la Shanghai Bullion Market Association, se incluye un artículo firmado por Praveen Baijnath, CEO de la Rand Refinery, en el que se recuerda la trayectoria e hitos de esta refinería durante el último siglo.
Como señala Baijnath, la Rand Refinery fue oficialmente constituida en 1920, con un capital inicial de 50.000 libras esterlinas (Sudáfrica fue una colonia subordinada a la Corno británica hasta 1962) y cuyas acciones estaban repartidas entre las compañías mineras de oro que pertenecían a la Cámara Minera, actualmente el Consejo de Minerales de Sudáfrica.
A día de hoy, la Rand Refinery sigue teniendo su sede en Germiston, aunque sus instalaciones se han ampliado para satisfacer las nuevas necesidades.
“La Rand Refinery, un complejo que incluye en una sola sede la refinería y la fundición, es un prestigioso proveedor de productos y soluciones que se adaptan a las necesidades de los gobiernos soberanos, los bancos centrales, el comercio y la industria, así como a las empresas e individuos”, destaca el CEO de la organización.
Su catálogo de productos incluye tanto lingotes ‘Good Delivery’ (lingotes de 12,44 kilos, utilizados por los bancos centrales para sus reservas) como de un kilo y de menor gramaje, denominados ‘lingotes acuñados’ ya que su proceso de fabricación es similar al de la acuñación de monedas.
También manufactura cospeles (los discos que sirven de materia prima para acuñar las monedas), así como productos de valor añadido, entre los que destaca el emblemático Krugerrand, el bullion de oro de 22 quilates (91,67% de oro) producido en colaboración con la South African Mint desde el año 1967.
Desde su salida al mercado, se han vendido más de 60 millones de onzas (1.866 Tm) de oro sudafricano en forma de Krugerrand. Se calcula que, en los mejores años, la Rand Refinery acuña alrededor de 2,5 millones de Krugerrand anuales.
Además del bullion más universal, la refinería sudafricana produce también una amplia gama de pequeños lingotes, que se venden en todo el mundo, desde Norteamérica a Asia, pasando por Europa. Ello, sin perjuicio de colaboraciones puntuales con socios seleccionados en campañas específicas.
“Nuestra capacidad en cuando a toma de muestras, ensayo, fundición y refinado están al nivel de los mejores del mundo. Nuestra historia y experiencia centenarias a la hora de trabajar con doré procedente de yacimientos muy diversos nos ha granjeado una enorme confianza por parte de nuestros clientes y un prestigio internacional. En cuanto a nuestros servicios de refinado, trabajamos con algunos de los mayores grupos mineros mundiales”, explica el artículo de Crucible.
Precisamente, prueba de su prestigio internacional es el hecho de que la Rand Refinery es una de las pocas refinerías mundiales que forman parte del comité de arbitraje ‘Good Delivery’ de la London Bullion Market Association (LBMA), siendo la única del hemisferio sur.
Respecto a la procedencia del oro, desde la Rand Refinery aseguran que “todo el oro que recibimos puede clasificarse como oro certificado o responsable, lo que significa que procede de fuentes verificables por medio de la trazabilidad, incluyendo la huella de identidad geológica”.
En este sentido, además de suscribir el marco legal establecido por la OCDE en cuanto al a procedencia responsable de los minerales de zonas afectadas por conflictos y respetar las recomendaciones de la LBMA, han introducido la marca RandPure, símbolo de la capacidad de certificar que el oro producido viene de fuentes identificadas y responsables.