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La Reserva Federal habla de “incertidumbre” y el oro se dispara hasta los 1.394 dólares la onza

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal

Los analistas estaban seguros de que la Reserva Federal estadounidense iba a mantener los tipos de interés en su reunión del miércoles, 19 de junio. Lo que no esperaban era que su presidente, Jerome Powell, hablara abiertamente de “incertidumbres” respecto al futuro de la economía estadounidense. Ha bastado el uso de esta palabra para que el precio spot del oro se disparase hasta sus niveles máximos desde 2013, llegando a alcanzar los 1.394 dólares la onza.

El consenso era máximo entre los analistas respecto a la postura de la Reserva Federal sobre los tipos de interés: no habría movimientos en esta reunión de junio y los recortes de tipos se aprobarían en próximas reuniones.

En eso acertaron: los tipos de interés permanecieron sin cambios, aunque uno de los miembros del Consejo, James Bullard, presidente de la Reserva Federal de St. Louis (Missouri), votó a favor de un recorte de tipos del 0,25%.

Sin embargo, la comparecencia del presidente de la Fed, Jerome Powell (en la imagen), acabó sorprendiendo a la prensa, por el tono y los mensajes lanzados. Powell expresó sus dudas sobre el futuro comportamiento de la economía estadounidense, admitió que la inflación podría superar el límite previsto del 2% para este año y pronunció una palabra, “incertidumbres”, que ha puesto nerviosos a los inversores.

Como explica Gary Wagner desde The Gold Forecast, “el presidente Powell ha utilizado la palabra ‘incertidumbre’ en vez de ‘paciencia’. Este cambio de una sola palabra para referirse al panorama al que se enfrenta la Reserva Federal y a su enfoque para resolver las cuestiones que se presentan resulta especialmente significativo. La Fed ha dicho que adoptará las medidas que sean necesarias para continuar con la ‘expansión económica’, pero también ha hablado de forma sutil sobre los efectos desconocidos que se pueden derivar de la actual guerra comercial entre los Estados Unidos y China”.

“En cualquier caso -concluye Wagner-, el uso de la palabra ‘incertidumbre’ por parte de Jerome Powell es lo que menos deseamos escuchar de un presidente de la Reserva Federal.

La reacción a los comentarios del presidente de la Reserva Federal no se hizo esperar: los rendimientos de los bonos estadounidenses, que estaban en el 2,098% antes de la intervención de Powell, se desplomaron hasta el 2,004%, un nivel que no alcanzaban desde principios del mes de septiembre de 2017.

Por su parte, el dólar cayó un 0,38% respecto al euro, hasta cotizar a 1,123, y un 0,77% respecto a la libra, que pasó a costar 1,265 dólares. El Índice Dólar (que compara la divisa estadounidense con una cesta de monedas internacionales formada por el euro, la libra esterlina, el franco suizo, la corona sueca, el dólar canadiense y el yen japonés) perdió un 0,45% y se situó en 97,121 puntos.

Con los rendimientos de los bonos y el valor del dólar en pleno desplome, el precio del oro se disparaba hasta los máximos de 2013, llegando a alcanzar los 1.394,11 dólares la onza, antes de estabilizarse en torno a los 1.380.

Se espera que la próxima reunión de la Reserva Federal sirva para comenzar los recortes de tipos de interés. Los analistas coinciden en que, si el oro sigue apuntando alto y supera la barrera de los 1.400 dólares la onza, la confianza los inversores podría volcarse con el metal y llevarlo incluso al entorno de los 1.500 o 1.600 dólares la onza.

Tiempo al tiempo.

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