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La subida de la inflación en EEUU permite al oro rozar de nuevo los 1.800 dólares la onza

Gráfico con subida

La publicación del dato de la inflación en Estados Unidos correspondiente al mes de septiembre, mucho más alto de lo esperado, ha propiciado una subida de casi 40 dólares la onza en el precio del oro, que vuelve a acercarse a los 1.800 dólares. La incertidumbre en cuanto a la posible subida de tipos por parte de la Reserva Federal va a seguir beneficiando al metal precioso, ya que los inversores están buscando un valor refugio para protegerse.

La inflación estadounidense en el mes de septiembre subió hasta el 5,4% anual, muy por encima de lo esperado, lo que ha permitido recuperar terreno al oro y subir hasta 40 dólares la onza en una sola jornada.

A la hora de escribir este artículo, el precio spot del metal estaba en 1.792,30 dólares la onza, mientras que el ‘fixing’ de la London Bullion Market Association cerró la sesión del miércoles, 13 de octubre, a 1.785,70 dólares. Por su parte, los contratos de futuros a diciembre cotizaban a 1.796 dólares la onza, después de haber subido nada menos que 37 dólares en un día.

Como señalaba Edward Moya, analista de OANDA, a Kitco News, “el mercado está empezando a ponerse nervioso por el IPC estadounidense. Tras digerir el último dato, el mercado cree que la subida de tipos de interés comenzará antes de lo esperado. Al mismo tiempo, estamos viendo cómo se aplana la curva de los rendimientos de los bonos, lo que siempre es una buena noticia para el oro”.

Moya cree que la situación actual provocará que los inversores se lancen a buscar un activo refugio para protegerse, lo que será muy positivo para el oro.

En cuanto a la posible respuesta a la subida de la inflación por parte de la Reserva Federal estadounidense, el analista de OANDA cree que la Fed podría endurecer su postura respecto a la retirada de las ayudas.

La subida de la inflación, combinada con una situación de menor crecimiento, conforma un entorno económico denominado estanflación, el cual constituye el caldo de cultivo ideal para que el oro comience a revalorizarse.

Así, según Phillip Streible, de Blue Line Futures, “el FMI está revisando a la baja el crecimiento global y la inflación está subiendo, así que estamos entrando en una situación de estanflación que le viene muy bien al oro. Los últimos datos de la inflación confirman la idea de la Fed de comenzar a desmontar el programa de compra de bonos a partir del próximo mes de noviembre.

Según los analistas, la mayor presión de la inflación podría provocar una respuesta algo más agresiva por parte de la Reserva Federal, de lo que había anticipado en sus últimas comparecencias públicas el presidente Jerome Powell.

Para Moya, “al principio, Powell había adelantado que la retirada del programa de apoyo estaría completada a mediados del año que viene. Ahora, todo apunta a que se hará antes del verano.

El cambio en las expectativas de la Fed, sobre todo en lo que respecta a los tipos de interés, constituye un factor decisivo para la subida del oro, que podría recuperar el nivel que alcanzó el verano pasado, cuando llegó a superar los 2.000 dólares la onza, si se mantiene la preocupación por el entorno económico.

Desde OANDA creen que el metal se va a encontrar con una fuerte resistencia en los 1.800 dólares la onza, pero va a encontrar el impulso suficiente para alcanzar los 1.840 dólares, donde se va a consolidar.

La Fed podría ofrecer una pista sobre el calendario de retirada de las ayudas y la subida de los tipos de interés con la publicación, este jueves, 14 de octubre, de las actas de la última reunión que mantuvieron el pasado septiembre.

Según Moya, “ahora mismo hay un 90% de probabilidades de que la Fed comience a subir los tipos de interés en el mes de septiembre de 2022. La crisis energética global y la posibilidad de que Biden haga algún anuncio en relación a China están provocando incertidumbre, que mueve a los inversores a buscar posiciones en activos refugio.

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