Diversos analistas coinciden en estos días en su diagnóstico sobre el oro: a pesar de la creciente inestabilidad política, el precio del metal no ha sido capaz de superar su nivel de resistencia y alcanzar la barrera de los 1.400 dólares. Según ING, la inflación podría ser el factor que le falta a esa ecuación.
En un informe publicado por el banco holandés ING, el estratega de commodities del banco, Oliver Nugent, señala que es cuestión de tiempo que el precio del oro supere los 1.400 dólares la onza, ya que, a su juicio, los mercados están minusvalorando e3l creciente riesgo inflacionario.
Según el informe, se espera que la Reserva Federal estadounidense lleve a cabo dos nuevas subidas de tipos de interés este año, a pesar de lo cual el organismo rector de la política monetaria permanecerá por debajo de la curva inflacionaria, lo que va a mantener bajos los tipos de interés reales (interés oficial menos inflación).
Esta contención de los tipos reales supone un impulso para el oro, ya que desincentiva la inversión en otros activos que compiten con el oro, como los bonos o las acciones.
Las previsiones de ING apuntan a un crecimiento de la inflación, que el próximo verano rozará el 3% y que permitirá que el precio del oro vaya escalando posiciones hasta superar lo que muchos analistas consideran el mayor obstáculo: la barrera de los 1.350 dólares la onza.
Además de la inflación, desde ING consideran que otro factor como la creciente volatilidad de los mercados por la incertidumbre geopolítica va a acabar beneficiando también esta escalada del precio del oro.
El banco holandés no solo se muestra optimista respecto a la evolución del precio del oro: según el informe de ING, el precio de la plata también cuenta con un gran potencial, ya que la ratio oro/plata (que mide el número de onzas de plata que son necesarias para comprar una de oro) se encuentra en un nivel excesivamente alto, 80,63 puntos.