El precio del oro se ha disparado durante las últimas semanas, con la guerra de Ucrania como catalizador principal. La inestabilidad geopolítica ha desatado el miedo entre los inversores, que están abandonando los activos de riesgo y acercándose al oro, lo que ha impulsado su precio hasta cerca del máximo histórico. Sin embargo, existen otros factores que pueden ser incluso más decisivos, como el inicio del ciclo de subidas de los tipos de interés en Estados Unidos.
En el último informe publicado por la Perth Mint australiana, su responsable de investigación Jordan Eliseo, subraya que esta subida del precio del oro durante las últimas semanas, coincidiendo con la invasión de Ucrania por parte de Rusia, ha devuelto al metal precioso al nivel de los 2.000 dólares la onza (2.800 dólares australianos la onza).
Esta subida se produce después de un periodo de corrección de unos 15 meses, en los que el oro ha caído cerca de un 15% entre agosto de 2020 y enero de 2022. Entre los factores que han provocado esta corrección, el analista de la Casa de la Moneda de Australia Occidental destaca los siguientes:
- La subida del precio del dólar un 6% durante el año 2021.
- Un crecimiento de la economía global mayor de lo esperado.
- La extraordinaria subida de los mercados de capitales, con el S&P 500 registrando un crecimiento de más del 25% en 2021.
- El fortalecimiento del precio de las criptomonedas durante el año pasado, con el bitcoin acercándose a la barrera de los 000 dólares la unidad.
Todos estos factores no específicos del mercado de los metales preciosos provocaron que el precio del oro sufriera una corrección, después de haber subido aproximadamente un 70%, desde menos de 1.200 dólares a unos 2.050 dólares la onza entre finales de 2018 y de 2020.
Pese a que la mayoría de los análisis atribuyen la recuperación en el precio del oro a la crisis entre Rusia y Ucrania, un nuevo factor recientemente introducido en la ecuación puede ser determinante para el futuro del metal precioso: la subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense.
Como apunta el análisis de Jordan Eliseo, “en teoría, el precio del oro debería retroceder en 2022, debido a la coincidencia de factores desfavorables como la subida de los tipos de interés y a la conclusión de varios de los programas de expansión cuantitativa que los bancos centrales habían puesto en marcha para apoyar a sus economías durante la pandemia”.
En teoría, el oro no ofrece rendimientos; por ello, si suben los tipos de interés que uno puede recibir por depositar su dinero en una cuenta bancaria o en un depósito a plazo, el llamado coste de oportunidad de poseer oro subiría, lo que debería ser negativo para el precio del metal.
Pero como apunta Eliseo, en la realidad durante los últimos 50 años se ha demostrado en muchas ocasiones que el precio del oro suele crecer cuando suben los tipos de interés. Al margen de la situación de mediados de la década de los 80 del siglo XX, cuando el precio del oro cayó un 10%, y de un leve descenso entre 1993 y 1995, el precio del oro ha subido, en ocasiones de forma considerable, en periodos en los que la Reserva Federal ha subido los tipos de interés.
Así, en el ciclo de subidas de tipos que se produjo entre enero de 1972 y julio de 1974, el precio del oro pasó de 47,60 a 157,30 dólares la onza (+230,5%).
Entre enero de 1977 y enero de 1981, el oro pasó de valer 131,30 a 506,50 dólares la onza (+285,8%).
Entre mayo de 2004 y septiembre de 2006, el precio del oro pasó de 393,80 a 597,80 dólares la onza (+51,8%).
Finalmente, entre diciembre de 2015 y julio de 2019, el oro pasó de valer 1.060,91 dólares la onza a 1.413,55 (+33,2%).
La media de subida del precio del oro durante los seis ciclos de subidas de tipos de interés por parte de la Fed entre 1972 y 2019 es de casi un 100%.
“Estos datos subrayan con claridad que la subida de los tipos de interés por sí misma no es necesariamente perjudicial para el precio del oro. Los movimientos en el mercado de capitales y el valor del dólar estadounidense, además de las condiciones de la economía en general influyen en la demanda y, por lo tanto, en el precio del metal precioso”, señala el informe de la Perth Mint.
Inflación
Otro factor que va a influir en la evolución del precio del oro a lo largo de 2022 es la inflación. Según el informe, el oro no siempre sube cuando se registra un crecimiento del índice de inflación. Sin embargo, su trayectoria demuestra que es uno de los mejores activos en cuanto a la protección frente a la subida de los índices de precios del consumidor.
Los datos de la Perth Mint revelan que el precio del oro en dólares australianos ha crecido un 20% de media en términos nominales durante los años en los que la inflación en Australia era igual o superior al 3%.
“Lo que hace que las expectativas de la inflación sean tan relevantes para la evolución del precio del oro es que, en estos momentos, el mercado espera que la tasa de inflación caiga con rapidez y permanezca en niveles bajos durante la próxima década”, apunta Eliseo.
Esta expectativa puede visualizarse con el siguiente dato: cuando la tasa del IPC alcanzaba el 7% en Estados Unidos en diciembre de 2021, la tasa de inflación subyacente a diez años, es decir, lo que el mercado espera que la inflación registre en la próxima década, apenas alcanzaba el 2,56%.
Esta diferencia es la mayor de los últimos 20 años entre la tasa actual del IPC y la inflación subyacente a diez años. Según el análisis de la Perth Mint, la única vez que se ha registrado una diferencia similar fue en 2008, y entonces apenas era de un 3%.
En aquel momento, como ahora, el oro había atravesado un periodo de corrección durante el que había caído aproximadamente un 20%. Aquel periodo duró poco y acabó con una subida explosiva de más de un 150% en los tres años siguientes.
Como señala el informe, “teniendo en cuenta esta trayectoria y el hecho de que hay margen para que se ralentice la subida del IPC aunque siga superando las expectativas del mercado, hay muchas razones para creer que la actual dinámica de la inflación provocará una subida del precio del oro durante los próximos años, independientemente de lo que suceda con los tipos de interés”.