El inversor estadounidense Warren Buffett, conocido por su aversión al oro como activo de inversión, no ha tenido más remedio que dejarse llevar por la subida del precio de éste y ha invertido en acciones de una de las mayores mineras de oro del mundo, la canadiense Barrick Gold, por medio de su compañía de inversiones, Berkshire Hathaway.
La subida del precio del oro hasta superar el registro más alto de su historia ha arrastrado a los inversores hacia un activo considerado como refugio en tiempos de incertidumbre.
El atractivo de un metal que ha llegado a superar ampliamente la mítica barrera de los 2.000 dólares la onza ha provocado que hasta los más reticentes respecto al oro como activo de inversión hayan optado por subirse al carro.
El ejemplo más destacado es el inversor estadounidense Warren Buffett, conocido crítico del oro. Como recuerdan desde The Motley Fool, Buffet ha dejado algunas frases antológicas sobre el oro. Por ejemplo, en 1998 dijo: “el oro se saca de la tierra, en África o cualquier otro sitio. Luego lo fundimos, cavamos otro hoyo, lo enterramos de nuevo y pagamos a unas personas para que lo vigilen. No tiene ninguna utilidad. Si nos estuvieran observando desde Marte, se estarían rascando la cabeza”.
Más recientemente, en 2009, cuando le preguntaron sobre las perspectivas del oro para los cinco años siguientes, dijo: “no tengo ni idea de dónde estará, pero lo que sí puedo decirle es que no va a hacer nada desde ahora hasta entonces”.
Desde luego, el metal precioso no está entre los activos de inversión favoritos de Buffet. Por eso resulta especialmente llamativa la inversión realizada desde Berkshire Hathaway, desvelada con la publicación del último Formulario 13F, el informe trimestral de la Securities and Exchange Commission estadounidense, el equivalente a la CNMV en España.
Según este informe, la sociedad de Warren Buffett ha adquirido 21 millones de acciones de la minera canadiense Barrick Gold, por valor de cerca de 570 millones de dólares. Barrick es uno de los gigantes de la minería de oro mundial, con una capitalización bursátil cercana a los 50.000 millones de dólares y unos ingresos de 9.700 millones de dólares en 2019.
Se trata, por tanto, de una inversión meditada en una de las mayores mineras de oro, una gran compañía que ofrece importantes dividendos a sus accionistas.
Tan llamativo como el hecho de que Warren Buffett haya invertido en el sector del oro es que se haya desprendido de acciones de importantes entidades financieras estadounidenses. Según revela el informe trimestral de la SEC, Buffet ha deshecho sus posiciones en JPMorgan, Wells Fargo y PNC, aunque sigue manteniendo acciones en algunos bancos como Bank of America.
Durante los pasados meses, en que la pandemia de Covid-19 ha ralentizado la economía global, la sociedad de Warren Buffett ha estado vendiendo participaciones en muchas de las sociedades en las que participaba, especialmente las aerolíneas.
Según explica Edward Sheldon desde The Motley Fool, la decisión de Buffett de invertir en el sector del oro sugiere que el magnate estadounidense está preocupado por los paquetes de medidas de estímulo sin precedentes que los bancos centrales han anunciado para este año, y por la inflación que éstos pueden desencadenar, y frente a la que el oro es un elemento de protección.
En opinión de Sheldon, “si el precio del oro sigue subiendo, Barrick Gold debería beneficiar a Buffett. Esto se debe a que una subida del precio del oro puede tener un enorme impacto en la rentabilidad de la compañía minera. Si el precio del oro sube de forma significativa por encima del coste de producción, ese incremento irá directamente a la última línea de la cuenta de resultados. Y eso puede disparar el precio de sus acciones”.