Icono del sitio Oroinformación

La subida del precio del oro hace ganar a Rusia más de 10.000 millones de dólares

Lingotes de oro del Banco Central de Rusia

La subida que ha experimentado el precio del oro dese el pasado mes de agosto ha permitido a quienes invirtieron en su momento aprovecharse de la revalorización del metal. Uno de los inversores más beneficiados ha sido el Banco Central de la Federación Rusa, que ha “ganado” más de 10.000 millones de dólares gracias a la revalorización de sus reservas.

Las cifras oficiales del Banco Central de la Federación Rusa revelan que la institución adquirió un total de 275 toneladas de oro a lo largo del pasado año 2018, lo que elevó la cifra total de sus reservas por encima de las 2.100 toneladas.

Según el diario ruso Sputnik News, la revalorización del precio del oro desde mediados de agosto de 2018 (en que se situaba en torno a los 1.196 dólares la onza) hasta finales de febrero (alrededor de 1.327 dólares la onza) le ha permitido al Banco de Rusia ganar alrededor de 10.000 millones de dólares.

Y eso que la subida del precio del oro en los últimos seis meses ha sido moderada, en comparación con otros periodos de mayor fluctuación del precio del metal. Por ejemplo, en el mes de agosto de 2001, el oro cotizaba a 269 dólares la onza; siete años después, en agosto de 2008, se situaba en 817 dólares la onza; y en agosto de 2011 se disparó hasta los 1.750 dólares, para volver a bajar al entorno de los 1.150-1.350 dólares la onza, que es donde se ha estado moviendo desde entonces.

Rusia, al igual que otros países, se ha dado cuenta de que la inestabilidad económica global, la recesión que amenaza a los Estados Unidos en 2020 y la preocupación por el fortalecimiento del dólar en comparación con las divisas de países en desarrollo como la propia Rusia, China, la India y Turquía, han convertido al oro en el refugio ideal y la alternativa al dólar.

Rusia, en especial, ha encontrado en el metal el antídoto perfecto para sobrellevar las sanciones económicas impuestas por la administración Trump.

El aumento ininterrumpido de sus posesiones en oro no tiene como objetivo ganar dinero con la revalorización de las mismas (10.000 millones de dólares, en este caso), sino diversificar sus reservas y asegurarlas frente a la amenaza de las sanciones económicas.

Prácticamente la mitad del oro que han comprado los bancos centrales durante 2018 (651,1 toneladas) ha ido a parar a las cámaras acorazadas del Banco de Rusia en Moscú y San Petersburgo (274,3 toneladas).

Una parte importante de ese oro comprado por Rusia se ha financiado con los ingresos obtenidos por la venta de bonos del Tesoro estadounidense que el país tenía entre sus reservas. En 2010, Rusia tenía 176.300 millones de dólares en bonos. El año pasado apenas conservaba 14.800 millones.

Además, el aumento de la producción de oro en Rusia ha permitido al país autoabastecerse de este metal; el Banco Central compró 274 de las 314 toneladas de oro que, a lo largo del año, produjeron las compañías mineras rusas. Lógicamente, después de que el Banco Central comprara el 90% de la producción anual de oro del país, las exportaciones de oro ruso se han reducido mucho con respecto a los años anteriores: en 2017 fueron de 56,6 toneladas y en 2018, de solo 17,05, según los datos del Ministerio de Finanzas.

La compra continuada de oro por parte de Rusia le ha servido para situar sus reservas en 2.112 toneladas, lo que le convierte en el quinto país con más oro en sus cámaras acorazadas, después de Estados Unidos, Alemania, Italia y Francia.

Según Sputnik News, de seguir con esta estrategia, Rusia podría superar en unos pocos años el máximo nivel de reservas de oro acumuladas por la Unión Soviética en vísperas de la Segunda Guerra Mundial: 2.800 toneladas. 

Salir de la versión móvil