La revalorización de la divisa de Sudáfrica, el rand, podría acabar perjudicando a la economía del país. Una paradoja que se explica porque la subida de la divisa local frente al dólar implica que los costes que deben soportar las compañías mineras de oro presentes en el país (en su mayoría extranjeras) son cada vez mayores. Y eso les ha llevado a registrar pérdidas en sus cuentas, lo que va a suponer el abandono de diversas operaciones y el cierra de numerosas minas.
En estos días hemos sabido que 2017 no va a ser un buen año para la producción minera de oro lo que, por otra parte, es una buena noticia para los inversores en oro físico, ya que la demanda crece y el suministro se reduce, por lo que es de esperar que la escalada de precios continúe.
La situación ha cambiado completamente en apenas un año. Como informa Bloomberg, en 2016 Sibanye Gold, la principal compañía minera de oro en Sudáfrica, nadaba en la abundancia, incrementaba sus adquisiciones y estudiaba proyectos de expansión. Hoy, registra importantes pérdidas y está procediendo al cierre de diversas minas.
Lo único que ha cambiado en este tiempo es la revalorización del rand sudafricano, una de las divisas internacionales con mayor volatilidad, que ha subido un 14% de media durante el primer semestre del año. En este periodo, Sibanye ha registrado unas pérdidas de 360 millones de dólares, que contrastan con los 22 millones de beneficio obtenidos entre enero y junio del año pasado.
Unas pérdidas que van a provocar el cierre de varias de las minas que Sibanye Gold explota en Sudáfrica. Un país que comenzó a producir oro allá por 1886 y que se convirtió en el primer productor mundial de este metal desde principios del siglo XX hasta el año 2007. Todavía hoy cuenta con las terceras mayores reservas de oro mundiales, según los datos del US Geological Survey.
El declive comenzó a principios del siglo XXI, ya que la mayoría de las minas de oro datan de los años 50 y 60 del pasado siglo y ya se había extraído casi todo el metal que estaba más cerca de la superficie, cuya explotación es menos costosa económicamente.
La mayoría de los costes de las mineras de oro sudafricana están establecidos en rands, lo que significa que, si la divisa local se devalúa, la extracción de oro es más rentable. Pero cuando el rand se aprecia, como está sucediendo en 2014, los costes se elevan y, en algunos casos, las explotaciones dejan de ser rentables.
Así que, si el año pasado Sibanye Gold se estaba planteando la posibilidad de profundizar en alguna de sus minas en explotación, reanudar la producción en el abandonado proyecto de Burnstone y volver a procesar los residuos de antiguas minas en busca de oro, este año todos esos planes han quedado aparcados.
En su lugar, los proyectos actuales de la compañía incluyen el cierre de las minas de Cooke y Beatrix West, lo que va a suponer la pérdida de unos 7.400 empleos y unas pérdidas de 2.800 millones de rand. Sus acciones han caído un 58% el último año.
No es la única: AngloGold Ashanti, compañía que obtiene cerca de la cuarta parte de su producción de oro de las minas que tiene en Sudáfrica, va a registrar pérdidas en el primer semestre del año tras tener que rebajar el valor de sus explotaciones en 86 millones de dólares.
Por su parte, Harmony Gold Mining también va sufrir pérdidas por valor de 129 millones de dólares, tras optar por el cierre de varias minas en vez de seguir invirtiendo capital en su desarrollo.