Uno de los elementos que los amantes del lujo utilizan para diferenciarse del resto de los mortales son los medios de pago exclusivos, creados para ellos por las compañías de tarjetas de crédito, con servicios y atención exclusivos y, también, con diseños de superlujo.
Hablando de tarjetas de crédito, una de las más exclusivas que se puede obtener es la Insignia Visa Infinite Card. Se trata de una tarjeta a la que solo se puede acceder por invitación, y de la que disponen solo un grupo de personalidades escogidas entre diversos ámbitos como la política, la cultura, el deporte y el mundo del espectáculo, en el Reino Unido, Oriente Próximo, Mónaco, Rusia y los Estados Unidos.
Entre los requisitos que deben cumplir estos clientes VIP están el pago de una cuota anual de 10.000 dólares y un gasto superior a un millón de dólares.
Como es lógico, con semejantes gastos, los clientes pueden pedir tarjetas a su medida, con su escudo de armas, fotografías, logos o lo que quieran, fabricadas con metales preciosos y gemas, que pueden suponerles un coste adicional de unos 200.000 dólares por la emisión.
De la fabricación de estas exclusivas tarjetas se encargan compañías como Insignia Cards, una empresa radicada en Londres (Reino Unido) que ofrece increíbles diseños en oro y piedras preciosas que hacen palidecer incluso las joyas más lujosas.
Las tarjetas se fabrican en Suiza, bajo petición, con las especificaciones que desee el cliente. Los ejemplos que figuran en su catálogo son muy variados: desde sobrias tarjetas en oro o platino, a complicadas elaboraciones de filigrana, en oro con diamantes, rubíes, zafiros y perlas.
Aunque no se vaya a disfrutar nunca de unas estas tarjetas, merece la pena echar un vistazo al catálogo, solo para ver hasta dónde puede llegar el gusto por el lujo.