Las nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente, lideradas por el crecimiento de los vehículos eléctricos y la inversión en energía solar fotovoltaica va a disparar la demanda de plata, hasta un total superior a las 46.000 toneladas de este metal hasta el año 2030.
Según el informe “El papel de la plata en la Revolución Verde”, publicado por The Silver Institute, el coste de la instalación y puesta en marcha de nuevos sistemas de energía solar fotovoltaica ha caído en picado, en comparación con otras fuentes de energía eléctrica durante las dos últimas décadas.
El informe asegura que esta tendencia va a continuar a medio plazo, lo que conducirá a un incremento de la cuota de mercado de las energías renovables y de la inversión en la industria fotovoltaica.
“La plata es un metal muy importante para la energía solar. Este metal continuará desempeñando un papel fundamental en esta tecnología. Se estima que las aplicaciones de la energía solar en todo el mundo consumirán alrededor de 25.500 toneladas de plata hasta el año 2030”, apunta el informe de The Silver Institute.
Por lo que respecta a los vehículos eléctricos, el informe subraya que gobiernos de diversos países del mundo están fomentando, mediante incentivos fiscales y nuevas regulaciones, el desarrollo de vehículos eléctricos e híbridos para combatir la contaminación en zonas urbanas y contribuir a mitigar el cambio climático.
En este sentido, China, el mayor mercado automovilístico del mundo, ha pasado de incentivar la compra de vehículos eléctricos por parte de los ciudadanos, a penalizar a los fabricantes que no los incluyan en su catálogo.
Estos apoyos y estímulos fiscales, además de la bajada del coste de su fabricación, ha permitido que tanto los vehículos eléctricos enchufables como los de pila de combustible hayan incrementado su cuota en el mercado global de ventas de automóviles.
Desde The Silver Institute estiman que un factor que puede contribuir a acelerar la implantación de estas nuevas tecnologías en el transporte por carretera es la posibilidad de recargar los vehículos de forma inalámbrica, por medio de bobinas revestidas de plata. Una tecnología que aún está en desarrollo pero que se calcula que podría consumir alrededor de 22.500 toneladas de plata hasta 2030.
Energía nuclear
Por otro lado, entre las aplicaciones industriales de la plata se encuentra también la energía nuclear, que utiliza este metal, en combinación con otros, en los dispositivos conocidos como barras de control, que sirven para controlar la fisión del uranio y el plutonio.
Según el informe, la demanda total de plata por parte de este sector industrial se elevará a unas 590 toneladas hasta 2030, cantidad que podría incrementarse con el crecimiento futuro de los reactores nucleares.