Sudáfrica fue, en su momento, el país del que procedía la mayor parte del oro que se extraía en el mundo. La meseta de Witwatersrand, donde se localizaban los principales yacimientos, ha producido alrededor del 40% del oro que existe actualmente en el mundo. Sin embargo, desde hace unos años la industria minera del país está en declive. Ahora, AngloGold Ashanti, la tercera minera mundial ha anunciado que va a vender sus explotaciones en el país.
El declive de la industria minera sudafricana es un hecho constatable. El que fuera líder mundial en la producción de oro hace unas décadas, ha caído al décimo puesto en la lista de mayores productores en 2018, según el informe Gold Focus 2019 de la consultora Metals Focus.
Los datos de este informe revelan que en la última década su producción de oro ha caído desde las 210 toneladas de 2010 a apenas 130 en 2018.
Varias son las causas que los expertos esgrimen para explicar esta caída, principalmente el agotamiento de las principales minas, lo que obliga a excavar más profundo para extraer el oro que queda, con el consiguiente aumento de los costes de explotación.
La conflictividad laboral en las empresas mineras, con prolongadas huelgas que han afectado a la producción, tampoco ayuda a paliar la situación de una industria que, como opinan los principales actores, necesita modernizarse.
Además, el precio de la energía eléctrica ha crecido un 530% en la última década y se estima que podría crecer otro 30% en los próximos cinco años, lo que podría constituir una sentencia de muerte para la industria minera del oro en el país y ha llevado a muchas empresas locales a replantearse su continuidad en el país.
En este contexto, no ha sorprendido el anuncio realizado por la compañía minera sudafricana AngloGold Ashanti: la tercera minera mundial en 2018 por volumen de producción (105,8 Tm) asegura que está explorando opciones para deshacerse de sus explotaciones en Sudáfrica, argumentando que las inversiones que son necesarias para extender la vida de las minas de oro en el país ofrecerían mejores retornos en otros activos de su cartera situados en otros países.
De momento, AngloGold ya reestructuró su cartera de activos en Sudáfrica, vendiendo algunas minas a Harmony Gold y otras compañías y manteniendo tan solo la mina subterránea de Mponeng (en la imagen) y otras dos explotaciones a cielo abierto.
Sin embargo, la mina de Mponeng precisa de una importante inversión de capital durante los próximos años para incrementar su profundidad, una operación económica que tiene que competir con otras inversiones que podrían ofrecer mejores retornos y en un plazo más corto.
En palabras del CEO de AngloGold, Kevin Dushnisky, “creemos que, en las manos adecuadas, nuestros activos en Sudáfrica ofrecerían una propuesta de valor a largo plazo que permitiría extender la vida útil de la mina de Mponeng. La inversión necesaria para extender su vida más allá de ocho años precisa una fuerte inyección de capital y otros recursos que tendríamos que detraer de otros proyectos de nuestra cartera que son más atractivos y pueden generar mayores retornos a corto plazo”.
Los fondos que se obtengan por la venta de estas explotaciones se utilizarán para amortizar la deuda y para invertir en otros activos, además de para retribuir a los accionistas.
La compañía se plantea también dejar de cotizar en la Bolsa de Johannesburgo una vez que liquide los activos que le quedan en Sudáfrica.