Mientras la presión de diversos organismos internacionales como la London Bullion Market Association (LBMA) o el Consejo Mundial del Oro ha logrado una exención en la aplicación de las normas de Basilea III para los bancos que comercian con oro, el sector de las criptomonedas lo tiene bastante más complicado. La Unión Europea ha propuesto endurecer los controles sobre las transacciones realizadas con bitcoin y otras criptodivisas.
Las compañías que operan con bitcoin u otras criptomonedas estarán obligadas a recabar los detalles de los remitentes y receptores, para ayudar a las autoridades a combatir el blanqueo de capitales, según la última propuesta que ha partido desde la Unión Europea para regular este controvertido campo.
Según informa la agencia Reuters, la iniciativa ha partido de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, que quiere implantar la llamada ‘Travel Rule’ para lograr que las transacciones con criptomonedas sean rastreables.
Esta norma es una de las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (FATF, por sus siglas en inglés), el órgano de control intergubernamental que combate el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
La ‘Travel Rule’ se aplica desde hace años a las transacciones bancarias y al envío de cantidades de dinero superiores a 1.000 dólares o euros. Ahora, la Comisión Europea quiere introducir una enmienda para que sea extensible a las operaciones con criptomonedas como el bitcoin y así garantizar su trazabilidad y detectar su posible uso para el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo.
Cualquier compañía que opere con criptomonedas en nombre de un cliente deberá incluir el nombre de éste, su dirección, la fecha de nacimiento y el número cuenta, así como el nombre de la persona que recibirá las criptomonedas.
El proveedor de servicios del receptor deberá asegurarse también de que no falte ningún dato de la información requerida.
La nueva norma prohibirá el uso de carteras de criptomonedas, de igual forma que se prohibieron las cuentas bancarias anónimas bajo la normativa anti-blanqueo de capitales de la Unión Europea.
Según la Comisión Europea, “estas propuestas se han diseñado para encontrar el equilibrio entre hacer frente a estas amenazas y cumplir con los estándares internacionales, sin imponer una carga regulatoria excesiva para la industria”.
En teoría, su objetivo es “contribuir al desarrollo de la industria de las criptomonedas en la Unión Europea, beneficiándose de un marco legal actualizado y armonizado en la Unión Europea”. Pero a nadie se le escapa que en realidad se trata de un control más estricto sobre el bitcoin y otras criptomonedas, como el que se ha impuesto en países como China, que puede amenazar el futuro de este activo.
Por cierto que, tras anunciarse que la UE está trabajando en esta nueva normativa, el precio del bitcoin cayó el pasado 20 de julio por debajo de los 30.000 dólares, su nivel más bajo del último mes, y se acerca a los 28.600 dólares, su mínimo desde el mes de enero.
En lo que llevamos de mes, el precio del bitcoin ha caído alrededor de un 15%. La criptomoneda ha perdido más de la mitad de su valor desde que alcanzara su máximo de 65.000 dólares en abril.
Las nuevas regulaciones impuestas por China sobre la extracción y uso de criptomonedas ya supuso un severo golpe al mercado de estos activos, que sufrieron una importante caída entre los meses de mayo y junio.
Por su parte, Estados Unidos también está estudiando imponer nuevas restricciones sobre las criptomonedas. Según ha señalado la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, el Gobierno podría aprobar de forma inminente un nuevo marco regulatorio para las llamadas ‘stablecoins’, unas criptomonedas que están vinculadas a divisas reales, como fórmula para controlar su enorme volatilidad.
El oro va a verse beneficiado por este aumento de la incertidumbre regulatoria en torno a las criptomonedas. De momento, la caída de los rendimientos de los bonos ya ha permitido al metal precioso volver a superar los 1.800 dólares la onza.