El precio del oro continúa su escalada, apuntalado por el recrudecimiento de la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, por las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump en la reunión del G-7 en Biarritz (Francia) y por el discurso del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en la reunión de bancos centrales de Jackson Hole (Wyoming, EEUU).
El oro cerró la sesión del viernes, 23 de agosto, en la London Bullion Market Association (LBMA) a 1.503,80 dólares la onza. Los diversos acontecimientos y reuniones políticas que han tenido lugar en diversos puntos del mundo durante el último fin de semana del mes de agosto han provocado una aceleración en la escalada de precios, que han llegado a superar brevemente los 1.550 dólares la onza (1.552,90) y se mantienen con comodidad por encima de la barrera de los 1.500 dólares.
Entre los factores que más han contribuido a esta subida está el recrudecimiento de la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, después de que el Gobierno de este país anunciara la imposición de nuevos aranceles sobre productos estadounidenses y el presidente Donald Trump pidiera a las empresas de su país que dejaran de hacer negocios con China.
Además, el presidente estadounidense anunció una subida de aranceles a los productos procedentes de China, del 25 al 30% sobre 250.000 millones de dólares, a partir del próximo mes de octubre, y otra subida del 10 al 15% sobre otros 300.000 millones de dólares.
Trump realizó este anuncio durante la cumbre del G-7 que se ha celebrado durante el pasado fin de semana en la ciudad francesa de Biarritz. Al otro lado del Atlántico, el oro recibió también un importante impulso en otra cumbre mundial celebrada en estos días: el foro anual sobre política monetaria de Jackson Hole (Wyoming, EEUU).
El punto fuerte de esta reunión fue el discurso pronunciado por el presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, quien afirmó que la economía de EEUU está “en un lugar favorable” y aseguró que la Fed “actuará como corresponde” para mantener la actual corriente de expansión económica.
Según Powell, la incertidumbre política parece estar influyendo en la desaceleración económica global y en la debilidad de magnitudes como los datos de fabricación y de gasto de capital en EEUU. “Tomaremos las medidas necesarias para mantener la expansión, la fortaleza del mercado laboral y la inflación cercana al objetivo simétrico del 2%”, señaló el presidente de la Fed en su discurso.
Los analistas han interpretado estas palabras de Jerome Powell como una prueba de que habrá una nueva bajada de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal el próximo mes de septiembre. El organismo responsable de la política monetaria de Estados Unidos bajó los tipos de interés el pasado mes de julio un 0,25%, por primera ve en la última década.
Por cierto, que el discurso de Powell generó una reacción inmediata del presidente estadounidense, por medio de su cuenta de Twitter: Trump se quejó de la fortaleza del dólar y de la debilidad de la Reserva Federal, y afirmó que “como de costumbre, la Fed no hace nada”.
En cualquier caso, la incertidumbre generada por los nuevos aranceles impuestos recíprocamente por China y Estados Unidos a su rival comercial, junto con la certeza de que la Fed volverá a bajar los tipos de la vuelta de las vacaciones constituyen dos factores que van a seguir impulsando el precio del oro.