La Venezuela de Nicolás Maduro podría convertirse en una de las mayores reservas naturales de oro. Para conseguirlo, el gobierno bolivariano tiene aún que certificar 32 campos auríferos entre los que se encuentran minas a cielo abierto, de interior y riberas fluviales.
Según informa Manuel Palma en RT “hace cuatro años, Venezuela no figuraba entre los primeros 20 países con altas reservas de oro”. Es más, según el Consejo Mundial del Oro, el país hispanoamericano inició su proceso de complementar sus reservas a partir de 2009. Los últimos datos de este organismo supranacional señalan al Banco Central de Venezuela en el puesto número 26 del ranking con un total de 150,20 toneladas del metal dorado en sus reservas nacionales.
Hace dos años, en 2016, el Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Minería declaró como zona de «desarrollo estratégico nacional» un área de 111.843,60 kilómetros cuadrados en el estado de Bolívar, al sureste del país, bautizándolo como “Arco Minero del Orinoco” ya que, según las autoridades, en sus tierras hay multitud de reservas de oro, un 5 por ciento del territorio.
El ministro de Desarrollo Minero Ecológico de Venezuela, Víctor Cano, informó a RT que “al cierre de 2018 el país cuenta con una reserva certificada de 2.235 toneladas de oro, de las cuales 1.400 toneladas son producidas mediante el proyecto ‘Siembra Minera’ (emprendido en alianza con capital privado). El resto se completa a través de las empresas del Estado y el trabajo de las comunidades mineras”.
Ese dato de más de dos mil doscientas toneladas no concuerda en absoluto con las cifras que ofrece el Banco Central de Venezuela y, a su vez, transmite al Consejo Mundial del Oro y al Fondo Monetario Internacional, ya que de ser ciertos estos números en la actualidad la República Bolivariana tendría tanto oro como Italia o Francia y, por supuesto superaría las reservas de Alemania, pisándole los talos a China y Rusia. Lo que, a día de hoy, es totalmente imposible.
«Hablando en términos de reserva, el proyecto ‘Siembra Minera’ representa la séptima mina del mundo. Estamos trabajando para colocarla en su máximo potencial, cuando eso ocurra va a producir cerca de 40 toneladas de oro al año«, explicó el ministro bolivariano.
Otra cosa es que el órgano nacional de la minería “venda” el cuento de la Lechera poniendo sobre la mesa que tiene “2.235 toneladas de oro”, cuando en realidad esta cifra quedaría referida al potencial aurífero de explotación a futuro.
Siguiendo con las cuentas del ministro Cano, “la inversión estimada en la explotación y exploración del oro venezolano para 2019 asciende a 589.000.000 de euros, mientras que para los próximos años la proyección llega a los 3.000 millones de euros”.
Según fuentes gubernamentales, en el primer semestre de este año fueron inauguradas ocho plantas de procesamiento del mineral, para una producción estimada de 21,6 kilogramos de oro al día.
Cano informó que para finales de diciembre Venezuela culminará con una media de 12 toneladas de oro producidas, lo que sumaría un total de 20,5 toneladas entregadas hasta ahora como reserva al Banco Central, desde que iniciaron los trabajos en el Arco Minero del Orinoco, con apoyo de la pequeña minería.
Para el 2018, la meta prevista (solamente con la pequeña minería) era producir oro equivalente a 2.000 millones de dólares, según se desprende del informe de gestión del año pasado, según indica Manuel Palma en RT.
Venezuela enfoca sus esfuerzos en certificar 32 campos de oro en el Arco Minero. La factibilidad de los estudios preliminares arroja una cifra de extracción estimada de más 8.000 toneladas de oro.