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Las compañías mineras y el Gobierno de Perú se reúnen para evitar la crisis del sector

Mina Inmaculada (Perú)

El sector minero peruano está revuelto estos días, después de que las declaraciones de la primera ministra abrieran la caja de los truenos, al señalar que no se concederían extensiones una vez que finalizase el plazo de las concesiones mineras. La caída de las acciones de una de las mayores mineras del país ha obligado al Gobierno a reunirse con el sector para tratar de buscar un acuerdo.

Según informa Reuters, las acciones de la compañía Hochschild Mining, que extrae oro y plata en Perú, Argentina y otros países sudamericanos, cayeron un 27% el pasado lunes, 22 de noviembre, después de que el Gobierno peruano descartara la posibilidad de prolongar la concesión de su mina de plata Inmaculada, entre otras.

La crisis que sacude en estos días al sector minero de Perú, una actividad clave para la economía del país, segundo mayor productor mundial de cobre y plata, comenzó el pasado viernes, 19 de noviembre.

La causa fueron las declaraciones realizadas por la primera ministra peruana, Mirtha Vasquez, quien señaló que cuatro de las minas que funcionan en el país (dos de ellas explotadas por Horchschild) no recibirían ninguna extensión de su periodo de operaciones debido a los posibles daños medioambientales causados y añadió que serían clausuradas a corto plazo.

El anuncio desató una airada reacción por parte de los ejecutivos de las compañías mineras afectadas y desencadenó un desplome de las acciones de Horchschild, que perdieron hasta un 57% de su valor, antes de recuperarse y limitar la caída al 27%, la peor sufrida por la minera, que cotiza en la Bolsa de Londres.

Esta reacción obligó al Gobierno de Perú a mover ficha, ya que la minería es un sector clave para la economía del país, por su aportación al PIB nacional, convocando una reunión entre la primera ministra y Raúl Jacob, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, que agrupa a las compañías mineras y ejerce de patronal del sector.

Aunque el contenido de la misma no ha trascendido, Jacob aseguró a la salida de la misma que “no hemos discutido nada específico, pero quiero decir que hubo un diálogo muy abierto y constructivo”, afirmación que fue corroborada por Vasquez.

La primera ministra añadió que “hemos expresado nuestra voluntad de respetar el estado de derecho y la inversión privada”.

El viceministro de Minas de Perú, Jorge Chavez, terció en la polémica en una entrevista realizada el domingo, 21 de noviembre, en la que parecía recoger velas sobre las palabras de Mirtha Vasquez: “si las compañías mineras cuentan con los mecanismos para solicitar una ampliación, pueden hacerlo, no hemos cerrado la puerta”.

En el trasfondo de la polémica se encuentra la intención del nuevo Gobierno del presidente socialista Pedro Castillo de aumentar los impuestos que pagan las compañías mineras, para financiar programas sociales con los recursos adicionales.

Todo ello ha generado incertidumbre sobre el futuro del sector, que puede afectar a la intención de los inversores extranjeros. Desde Bank of America advirtieron, en una nota publicada estos días, que “aunque no hay ninguna información que sugiera que el Gobierno está dispuesto a cerrar otras minas, no podemos descartar que haga lo mismo con minas más importantes”.

El banco rebajó la recomendación sobre Horchschild de “comprar” a “bajo rendimiento”.

Por su parte, la minera asegura que no ha recibido ninguna comunicación formal de parte del Gobierno peruano sobre la materia y que toda su información procede de la prensa y redes sociales.

Fuentes del sector aseguraron a Reuters que la primera ministra estaba descontrolada y que el Gobierno no tiene derecho a hacerles esto. Se muestran dispuestos incluso a acudir a la vía del arbitraje si no se llega a un acuerdo.

Según Ignacio Bustamante, CEO de Horchschild, la compañía está dispuesta a entrar en diálogo con el Gobierno para resolver cualquier malentendido.

La minera gestiona la mina Inmaculada (en la imagen), que es la mayor de su cartera y genera alrededor del 60% del flujo de caja, según su informe anual de 2020. Tanto esta mina como la de Pallancata acaparan la mayor parte de la producción de la compañía.

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