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Las cuatro razones por las que hay que seguir confiando en el oro en 2018

Hace apenas seis años, el oro era el activo de inversión más deseado, después de que su precio escalara hasta los 1.900 dólares la onza. Ahora, en plena fiebre del bitcoin, el oro vuelve a ser, para algunos, una “reliquia bárbara”. Sin embargo, desde Bloomberg recomiendan no perder de vista al metal que, en 2018, seguirá estando de moda.

Aunque el oro acaba de registrar su peor semana desde el pasado mes de mayo, sus perspectivas son muy positivas de cara a 2018, más de lo que lo han sido en las últimas semanas. En opinión de los analistas de Bloomberg, hay cuatro razones para seguir confiando en el oro como activo de inversión:

1. Los tipos de interés en los Estados Unidos

Suele ser un tópico identificar las subidas de tipos de interés que lleva a cabo la Reserva Federal de los Estados Unidos con un revés en el precio del oro. El argumento típico es que la subida de tipos suele provocar un incremento de los rendimientos de los bonos del Tesoro y de las acciones, por lo que los inversores suelen confiar en estos activos más que en el oro, que no produce rendimientos hasta que se vende (igual que las acciones o los bonos, por otra parte).

Sin embargo, como explican desde Bloomberg, las cifras recientes desmienten esta teoría: el precio spot del oro estaba en torno a los 1.060 dólares la onza hace dos años, cuando la Reserva Federal comenzó a elevar los tipos de interés después de haberlos congelado en el 0,25% durante la etapa posterior a la crisis financiera.

Ahora, con los tipos de interés 100 puntos básicos más altos, el precio del oro se sitúa en torno a los 1.248 dólares la onza, casi 200 dólares más que hace dos años. Así que la subida de tipos no le ha sentado tan mal.

En cuanto a los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense, cada vez que han sobrepasado el 2,5% durante los últimos cinco años, se ha producido una subida de precios del oro. Según los economistas, se espera una nueva subida de los rendimientos de los bonos para el primer trimestre de 2018.

2. El precio del oro suele comportarse de forma estacional

El oro suele registrar subidas de precio de forma estacional: los meses de enero, febrero, julio y agosto (en los que su precio ha registrado las mayores subidas en 2017) han sido, de media, los mejores para comprar oro durante los últimos diez años. Una tendencia que coincide con el incremento en la demanda de lingotes, monedas y ETF que se suele registrar tras las festividades de Diwali en la India (entre mediados de octubre y mediados de noviembre), la Navidad y el Año Nuevo chino.

3. Cuando la economía crece, nadie se preocupa por el oro

El oro suele quedarse fuera cuando la economía está de fiesta, ya que los inversores prefieren poner su dinero en acciones, bonos o activos con mayor rendimiento a corto plazo que en un “activo prehistórico” que mucho identifican con la avaricia. Y eso es lo que ha sucedido con la economía durante 2017.

Sin embargo, como señalan desde Bloomberg, todas las fiestas acaban alguna vez, y eso puede suceder con el estado de la economía global. El exceso de optimismo en las expectativas económicas puede provocar un efecto resaca cuando se comparan con las cifras reales.

4. La burbuja del bitcoin

La espiral del bitcoin a lo largo de este año 2017 (en el que se ha revalorizado, hasta ahora, un 1.560%) puede desencadenar diversos efectos en el resto de activos de inversión. Dada la similitud entre los inversores en oro y los fanáticos del bitcoin, según Bloomberg, la explicación a la “somnolencia” del precio del oro en los últimos meses puede deberse a que parte de la inversión se ha desviado hacia las criptomonedas.

Lo cierto es que, en algún momento, la burbuja del bitcoin estallará, como han predicho en las últimos meses los responsables de diversas entidades internacionales de inversión, así que no es descabellado pensar en una huida de los inversores, que beneficiaría, precisamente, al oro, que pondría en valor su carácter de activo refugio.

Precisamente este carácter se ha puesto de manifiesto en momentos de incertidumbre en la política internacional, como la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos o el referéndum sobre el Brexit.

Así que, como apuntan desde Bloomberg, es necesario tener en cuenta al oro de cara a 2018.

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