La producción mundial de oro registró un nuevo máximo histórico en 2017, por noveno año consecutivo, aunque su ritmo de crecimiento se ralentizó con respecto a los años anteriores. Según los datos del Consejo Mundial del Oro, la producción total alcanzó los 105 millones de onzas (3.265,8 toneladas) en 2017, cifra que supera en 17 millones de onzas (525 toneladas) a la obtenida a principios de la década. El 30% de esa producción corresponde a apenas una decena de compañías privadas, que son las mayores mineras de oro mundiales.
Aunque en la clasificación de las diez mayores mineras mundiales hay pocos cambios respecto a 2016 (nueve compañías repiten en el ‘top ten’, y solo se cae la sudafricana Sibanye Gold, sustituida por la norteamericana Freeport McMoran), la evolución de la producción de algunas de ellas y las previsiones estimadas para este 2018 vaticinan importantes cambios de cara al listado del año que viene.
Empezando por el primer puesto, todo apunta a que la compañía canadiense Barrick Gold va a dejar de ocupar el primer puesto entre las mineras de oro con mayor producción. Durante 2017, extrajo un total de 5,52 millones de onzas, un 3,6% menos que los 5,52 millones de 2016, año en el que también había caído su producción.
Sus previsiones para 2018 apuntan a una producción de apenas 4,8 millones de onzas (un 10,7% menos que en 2017), lo que la situaría en segundo lugar, por debajo de Newmont Mining, con quien prácticamente ha empatado en términos de producción el pasado año.
Además, Barrick Gold ha visto cómo sus costes de extracción todo incluido (AISC) crecían un 2,7% en 2017, subiendo desde 730 a 750 dólares la onza.
Pisándole los talones se encuentra la norteamericana Newmont Mining, cuya producción ha crecido un 7,6%, desde los 4,90 a los 5,27 millones de onzas. Para 2018, las estimaciones apuntan a una producción de 5,2 millones de onzas (un 2,3% menos que en 2017). Aun así, esa producción servirá para superar los 4,8 millones que espera producir Barrick, por lo que Newmont Mining será, con toda probabilidad, la primera compañía minera de oro mundial en 2018.
En el caso de Newmont, sus costes de extracción AISC crecieron un 1,3% en 2017 hasta los 924 dólares la onza, después de haberlos reducido a 912 en 2016.
En tercer lugar de la lista se sitúa la compañía sudafricana AngloGold Ashanti, con una producción de 3,76 millones de onzas en 2017, un 3,4% más que el año pasado. Para 2018, la compañía prevé una producción de 3,4 millones de onzas, casi un 10% menos.
Un hecho preocupante para esta compañía es que sus costes de producción son los segundos más altos de entre las diez primeras mineras mundiales de oro: nada menos que 1.005 dólares le cuesta extraer cada onza de metal, casi un 7% más que el año pasado.
El cuarto lugar de la lista lo ocupa la canadiense Kinross Gold, que ha desbancado a Goldcorp de la clasificación. Kinross produjo en 2017 un total de 2,67 millones de onzas, un 4,2% menos que en 2016. Aun así, ha logrado superar las cifras de Goldcorp, que redujo su producción en un 10,5%, hasta los 2,57 millones de onzas. Goldcorp, compañía con sede en Vancouver que, en su día, llegara a ser la primera minera de oro mundial, se encuentra en plena fase de reconstrucción y espera incrementar su producción hasta los 3-4 millones de onzas en 2021.
Ambas se van a disputar nuevamente la cuarta plaza de la lista, ya que la estimación de producción de Kinross y Goldcorp es muy similar: 2,5 millones de onzas para 2018. Por el lado positivo, las dos compañías han logrado reducir los costes de extracción con respecto al año pasado.
La compañía australiana Newcrest Mining repite el sexto puesto que alcanzó en 2016. En 2017 su producción descendió un 3,3%, hasta los 2,38 millones de onzas, aunque espera recuperar la senda del crecimiento en este 2018, para el que estima que producirá 2,6 millones de onzas (un 7,1% más). Sus costes de producción han crecido un 3,2%, aunque con apenas 787 dólares la onza, se encuentran entre los dos más bajos del ‘top ten’.
También ha habido un vuelco entre el séptimo y el octavo puesto: la compañía rusa Polyus Gold, con una producción de 2,16 millones de onzas en 2017 (casi un 10% más que el año anterior) ha superado ligeramente la producción de la australiana Gold Fields, gracias a la entrada en producción de su mina de Natalka. A lo largo de 2018, atendiendo a las estimaciones de ambas compañías, la diferencia se va a ir incrementando: Polyus espera extraer 2,4 millones de onzas, mientras que Gold Fields se va a quedar en 2,1 millones.
Aún más grande es la diferencia existente entre sus respectivos costes de extracción: mientras que la compañía australiana soporta los costes AISC más altos (1.009 dólares la onza), la rusa presume de extraer oro a un coste de 621 dólares la onza, el más bajo de entre las 10 primeras. Polyus ha logrado reducir los costes en un 36,6% interanual.
La canadiense Agnico Eagle repite novena posición, con un crecimiento de la producción de un 3,2%, hasta los 1,71 millones de onzas. Para 2018, las previsiones no son tan optimistas, ya que estiman una extracción de 1,5 millones de onzas. Sus costes de extracción se han mantenido bastante contenidos, en 804 dólares la onza.
La única compañía que ha abandonado el ‘top ten’ en 2017 ha sido la sudafricana Sibanye Gold que, tras la compra de la norteamericana Stillwater, se ha volcado más en el negocio del platino.
En su lugar ha entrado Freeport McMoran, con una producción de 1,43 millones de onzas, gracias a la transformación de la mina de oro de Grasberg (Indonesia) en una explotación subterránea, lo que le ha permitido incrementar la concentración del oro.
De hecho, durante este 2018 espera incrementar su producción en más de un 50%, alcanzando los 2,2 millones de onzas, lo que le situaría en un puesto más alto en la clasificación de 2018. La mina de Grasberg llegó a producir más de 3,5 millones de onzas de oro anuales a principios de la década de 2000.
Otras compañías mineras están cerca de entrar entre las diez primeras: es el caso de la compañía de Uzbekistán Navoi Mining, cuya mina de Muruntau produce cerca de dos millones de onzas anuales; la sudafricana Randgold Resources, que produjo 1,3 millones de onzas de oro en 2017; la rusa Polymetal, con 1,1 millones de onzas el año pasado; o la canadiense Yamana Gold, con una producción cercana al millón de onzas.