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Las nanopartículas de oro podrían incrementar la efectividad de algunos medicamentos

Nanoesferas de oro

Cada vez se descubren más aplicaciones del oro en el mundo de la tecnología médica y farmacéutica. Las cualidades físicas de este metal, como su enorme maleabilidad y el hecho de que sea bien tolerado pro el cuerpo humano abre un infinito abanico de posibilidades en el campo de la investigación médica.

El último descubrimiento ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Ginebra (UNIGE) y está relacionado con el impacto de las nanopartículas de oro en los linfocitos B, unas células especializadas de nuestro sistema inmune. Los resultados han sido publicados en la revista especializada ACS Nano.

Los linfocitos B constituyen un objetivo fundamental en cuanto al desarrollo de vacunas. Sin embargo, para alcanzar su objetivo, las vacunas deben alcanzar estas células con rapidez y evitar que sean destruidas en el camino.

Para ello, la acción de las nanopartículas de oro, como han descubierto los investigadores suizos, es fundamental. Según Carole Bourquin, profesora de la Facultad de Medicina y Ciencia de la UNIGE, codirectora del estudio, el uso de estas nanopartículas de oro permite reducir la cantidad de inmunoestimulantes y mantener la misma capacidad de respuesta de las vacunas, incrementando su eficacia y reduciendo muchos efectos secundarios, ya que el oro no daña a las células.

El metal precioso resulta especialmente adecuado para aplicaciones en nanomedicina, gracias a sus propiedades físicoquímicas: es muy bien tolerado por el cuerpo humano; es fácilmente maleable; y tiene la capacidad de absorber la luz y liberar calor, lo que resulta muy adecuado en tratamientos oncológicos.

Para Sandra Hočevar, investigadora de la Universidad de Ginebra, “las nanopartículas de oro se pueden utilizar para destruir tumores. Cuando se las expone a una fuente de luz, las nanopartículas liberan calor y destruyen las células cancerígenas cercanas. También es posible insertar un medicamento en la superficie de las mismas, para que lo trasladen a un lugar específico”.

Estas nanopartículas de oro que han sido desarrolladas por el equipo de investigadores de la universidad suiza podrían posibilitar que estos medicamentos llegaran directamente a los linfocitos B, lo que reduciría las dosis necesarias y, con ello, los potenciales efectos secundarios.

De hecho, ya se están realizando ensayos médicos con nanopartículas de oro en pacientes que están siendo tratados de tumores cerebrales.

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