El mercado del oro de China, que se había reactivado tras el paso de la pandemia de Covid-19, se ha visto afectado por las nuevas y más restrictivas normas contra el blanqueo de capitales puestas en marcha por el Gobierno del país. Como consecuencia, las primas que habitualmente se pagaban sobre el precio oficial del oro, han pasado a convertirse en descuentos.
La nueva normativa contra el blanqueo de capitales puesta en marcha en China está afectando al mercado del oro en el país. Como señalan desde GlobalNews, el oro se vende en Shanghai con una prima no inferior a los 18 dólares el gramo sobre el precio oricial. Sin embargo, a partir del 2 de junio, fecha de entrada en vigor de la nueva legislación, las primas han pasado a convertirse en descuentos.
Según Yuichi Ikemizu, director de Japan Bullion Market Association, “la creencia general es que el fortalecimiento de la vigilancia del Gobierno de China sobre el blanqueo de capitales va a afectar a las transacciones en metales preciosos, lo que ha provocado una venta en masa”.
El precio del oro en la Shanghai Gold Exchange era, el pasado 8 de junio, de 365 yuanes (60 dólares) el gramo, con un descuento de 33 dólares sobre el precio oficial de Londres.
Además, el precio del oro en el mercado de Shanghai ha caído un 2% desde su reciente máximo del pasado 1 de junio, superando ampliamente la caída del precio de Londres en el mismo periodo, que fue de apenas un 0,3%.
Desde comienzos de 2020, cuando el confinamiento decretado por el Gobierno chino para hacer frente a la pandemia de coronavirus y la recesión económica afectaron a la demanda de oro, el precio del metal ha rebotado.
Así, en el primer trimestre de 2021, la demanda del sector de la joyería en China creció por encima del triple interanual, hasta las 191,1 toneladas. Una cifra que incluso supera en un 4% a la del primer trimestre de 2018.
El ‘spread’ del precio del oro en Shanghai es el reflejo de la recuperación de la demanda en China: el pasado verano, la situación económica causada por la pandemia provocó que el metal se vendiera con un descuento de unos 100 dólares, pero en enero se había convertido en un sobreprecio respecto al fixing de Londres.
La situación ha cambiado radicalmente desde el pasado 1 de junio, cuando el Banco Popular de China anunció una enmienda a la ley nacional contra el blanqueo de capitales, que contempla un aumento de las multas y la ampliación de la aplicación de las normas fuera de las instituciones financieras.
Esto implica que los traders y los mercados de metales preciosos serán tratados de la misma forma que las compañías inmobiliarias o las empresas de contabilidad, lo que ha provocado que los especuladores hayan liquidado sus posiciones en la Shanghai Gold Exchange.
Lo que está por ver es cómo van a afectar estas normas y la consiguiente caída del precio del oro en la demanda de China. A ello hay que añadir el hecho de que, si el precio del metal sube por encima de los 1.900 dólares la onza, se desincentivaría la compra por parte de los particulares en el país.
A corto plazo, factores como los tipos de interés en los Estados Unidos y la fortaleza del dólar van a tener un impacto más importante en el precio del oro.