El precio del oro se ha recuperado y ha alcanzado su mayor registro de la última semana y media debido a la incertidumbre causada entre los inversores por las repercusiones en la recuperación económica de la aparición de nuevas variantes del covid-19 y de la situación de Afganistán tras la retirada de las tropas internacionales.
Como cada vez que la incertidumbre sacude los mercados internacionales, los inversores han recurrido a los activos refugio como el oro para proteger sus posiciones ante el impacto que puedan tener en la recuperación de la economía global la aparición de nuevas y más contagiosas variantes del coronavirus y la situación de Afganistán.
A la hora de escribir estas líneas, el precio spot del oro se situaba en 1.792,50 dólares la onza, mientras que el fixing de la London Bullion Market Association (LBMA) cerró la sesión del 17 de agosto a 1.789,45 dólares. Por su parte, el precio de los contratos de futuros de oro en Estados Unidos subió hasta los 1.793 dólares la onza.
El aumento del número de contagios del coronavirus en China y los Estados Unidos, y las perspectivas de una desaceleración del crecimiento de la economía global en el segundo semestre del año constituyen un elemento de soporte para el precio del oro que, según algunos analistas, podrían llevarlo hasta los 1.850 dólares la onza antes de final de año.
La atención de los mercados se centra ahora en los indicios que la Reserva Federal estadounidense pueda dar, en sus próximas reuniones, sobre el calendario de retirada de su programa de apoyo a la recuperación económica.
Sobre este calendario va a influir el índice de ventas retail en Estados Unidos, que cayó un 1,1% en julio, tras haber subido un 0,7% el mes anterior, pese a que se esperaba una subida del 0,2%. La caída experimentada por el equivalente a este índice en China ha revelado que los nuevos brotes de coronavirus están afectando más de lo esperado a la economía, comprometiendo el ritmo de recuperación, y se teme que ocurra lo mismo en los Estados Unidos.
Como señalaba Stephen Innes, socio director de SPI Asset Management, a Bloomberg,“si el índice de ventas es más bajo de lo esperado, eso implicará que la Reserva Federal tendrá que seguir inyectando dinero en el sistema, lo que mantendrá los tipos de interés bajos y resultará positivo para el oro”.
Por otro lado, el dólar ha perdido impulso, lo que también contribuye a la subida del precio del oro. El mercado ha asumido que la importante subida de la inflación era solo transitoria, como decía la Fed, y que ésta no tendrá que tomar medidas agresivas para controlar la política monetaria.
Sin embargo, eso no quiere decir que la actual política monetaria se vaya a mantener durante mucho tiempo; de hecho, algunos miembros del Consejo de la Reserva Federal ya han señalado que los estímulos a la economía se retirarán en un plazo de entre ocho y nueve meses.
La crisis en Afganistán constituye otro foco de atención del mercado. El deterioro de la situación política en la región, debido a la retirada de las tropas internacionales, podría tener un importante impacto en los mercados financieros y, por lo tanto, en el precio del oro, considerado un activo refugio en tiempos de incertidumbre política y económica.
En cuanto al resto de los metales preciosos, la plata cotiza en estos momentos a 23,77 dólares la onza; el platino, a 1.012,70 dólares; y el paladio, a 2.534,08.