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Las reservas de oro de los bancos centrales han alcanzado niveles récord

Trabajadores del Banco Central de Rusia examinan algunos lingotes de oro de sus reservas

Las últimas cifras relativas a las reservas de oro acumuladas por los bancos centrales revelan un nivel que no se alcanzaba desde hace más de tres décadas, lo que subraya la importancia del papel del oro como activo de inversión, tanto por su revalorización como por su capacidad de mantener el valor a medio y largo plazo.

Según los datos más recientes publicados por el Consejo Mundial del Oro, a cierre de septiembre de 2021, la cifra total de reservas de oro en manos de los bancos centrales ha superado las 36.000 toneladas por primera vez desde el año 1990.

Este récord de 31 años se ha obtenido gracias a que el sector oficial ha añadido más de 4.500 toneladas del metal precioso a sus reservas durante la última década.

Pese a la relevancia de la cifra, este récord ha sido mayoritariamente ignorado por la prensa financiera tradicional y prácticamente no se han hecho alusiones al respecto en las declaraciones oficiales de los bancos centrales ni en sus informes de situación o de política monetaria.

Más bien al contrario: los funcionarios de los bancos centrales tanto en los Estados Unidos como en la Eurozona y otras grandes economías mundiales llevan más de dos años insistiendo en repetir los mismos argumentos y teorías que, en realidad, justifican la postura contraria, la de no acumular oro.

Por ejemplo, hasta hace muy poco tiempo, la importancia de la subida de la inflación estaba siendo minimizada y calificada de “transitoria” por representantes de la Reserva Federal estadounidense y del Banco Central Europeo, quienes aseguraban repetidamente a los inversores y al público en general que el IPC estaba bajo control y que las subidas que presenciamos el año pasado no eran más que un problema puntual.

Como era de esperar, como los índices han seguido subiendo y ha quedado claro que las cifras del IPC (que son de por sí un indicador de inflación muy mal construido y engañoso) no se ajustaban con la realidad que sostenían públicamente los banqueros centrales, éstos se han visto obligados a realizar un giro de 180 grados en su política monetaria, sino en la práctica, al menos sí en la teoría.

Sin embargo, el elemento más importante que hay que destacar en ello es que si sus declaraciones públicas fueran verdaderamente consecuentes con sus políticas y perspectivas estratégicas, no habría razones que justificaran la política de acumulación de reservas de oro.

Lógicamente, no es ni mucho menos la primera vez que asistimos a este tipo de disonancias entre las palabras y las acciones de los funcionarios y figuras institucionales de todo tipo, no solo de los bancos centrales.

Por este motivo, los inversores deben prestar atención a las medidas prácticas que en realidad se están adoptando e ignorar la retórica que rodea o incluso oculta a esas medidas. Como dice el proverbio, “haz lo que hago, no lo que digo”.

Aunque el riesgo que implica la inflación está muy presente en la mente de los inversores más conservadores, existe un cambio mucho más importante y a largo plazo que se está poniendo de manifiesto con esta oleada de compras de oro: que el reinado del dólar como la divisa de reserva mundial se está acercando lentamente a su fin.

El valor del dólar se ha desplomado significativamente con respecto al oro durante la última década y no son solo los inversores en metales preciosos los que están atentos a esta tendencia. Movidos por sólidas razones geopolíticas, los bancos centrales de Rusia, China y otras naciones aliadas llevan años tratando de destronar al dólar.

No cabe duda de que se trata de una batalla complicada y que la divisa estadounidense sigue dominando a las demás en el ámbito del comercio y las reservas internacionales. Sin embargo, esta campaña anti-dólar es incansable.

De hecho, podría haber alcanzado un hito muy importante hace apenas unas semanas: según un informe del Banco Central de la Federación Rusa analizado por Bloomberg, las reservas de oro de este organismo superaron en 2021 a las de dólares por primera vez en la historia, con el oro representando el 23% de las reservas totales a finales de junio y el dólar cayendo al 22%.

Mientras tanto, muchas otras naciones han estado acelerando sus compras de oro y desprendiéndose de dólares, especialmente economías emergentes de Europa del Este y de Asia.

En los nueve primeros meses de 2021, Tailandia compró cerca de 90 toneladas, la India 79 y Brasil 60. Como destaca en un reciente análisis Nikkei Asia, “la presencia del dólar en las reservas en divisas extranjeras está cayendo, en contraste con el crecimiento del oro. En 2020, la ratio del dólar frente a las demás divisas cayó a su nivel más bajo del último cuarto de siglo”.

En resumen, es esencial que los inversores presten atención a este cambio. Como los banqueros centrales tienen claro, conforme sigue la devaluación de las divisas fiat, que se va a acelerar durante los próximos meses y años, el oro físico se va a convertir en el único refugio confiable y de eficacia probada ante la tormenta que se nos avecina.

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