Mucho se ha especulado en los últimos años con las reservas de oro del Banco Central de Venezuela. La delicada situación económica que atraviesa el país, agravada por las sanciones estadounidenses al Gobierno bolivariano de Nicolás Maduro, obligó a éste a echar mano de las reservas de oro para solicitar préstamos a bancos internacionales. En varias ocasiones en los últimos años se han producido retiradas de lingotes de las cámaras del banco, en Caracas, que luego han partido con destino desconocido.
Sorprendentemente, todo este trasiego no se ha reflejado en las cuentas oficiales que el Banco Central de Venezuela comunica al Fondo Monetario Internacional. Unos datos con los que el Consejo Mundial del Oro elabora su listado mensual de reservas en manos de los bancos centrales.
Así, a pesar de todas estas retiradas de lingotes de las cámaras acorazadas del banco central en Caracas, las cifras que, mes tras mes, se publican en el listado del Consejo Mundial del Oro no varían: 161,2 toneladas. Lo que se explica debido a que el FMI no tiene potestad de auditoría sobre las reservas de los bancos centrales, sino que recoge los datos que éstos le proporcionan.
Sin embargo y a juzgar por lo que ha publicado la agencia Reuters, el Banco Central de Venezuela ha actualizado las cifras. Según éstas, las reservas de oro de Venezuela se redujeron en siete toneladas durante el primer trimestre de 2020, con lo que alcanzan las 98 toneladas.
Se trata de una cifra muy lejana de las 161,2 toneladas que venían figurando en las estadísticas oficiales y la más baja de los últimos 50 años.
El BCV contaba con unas reservas de 350 toneladas hasta el año 2015, cuando el Gobierno bolivariano comenzó a utilizar el oro como garantía para la obtención de préstamos por parte de bancos internacionales, ante la falta de efectivo por las sanciones estadounidenses.
Unas sanciones que, según Estados Unidos, sigue saltándose el Gobierno venezolano, que ha utilizado parte de sus reservas de oro para importar gasolina desde su aliado Irán, para paliar la escasez de combustible provocada por la quiebra de la compañía estatal Petróleos de Venezuela, que ha paralizado parte de su red de refinado.
Las reservas de oro del BCV estaban valoradas en 4.990 millones de dólares a finales del pasado mes de junio, casi 200 millones de dólares más que a cierre de diciembre de 2019, gracias a la subida del precio del metal.
Lo que no han aclarado desde el Banco Central de Venezuela es si la cifra oficial de 98 toneladas incluye las 33 toneladas de oro que se encuentran retenidas en las cámaras acorazadas del Banco de Inglaterra y a las que el BCV no tiene acceso, ya que el Reino Unido ha reconocido al opositor Juan Guaidó como legítimo presidente de la nación.
El Banco Central de Venezuela ha tratado infructuosamente de alcanzar un acuerdo con las autoridades británicas para usar ese oro, bajo la supervisión del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, para adquirir alimentos y medicamentos durante la pandemia de Covid-19.
Desde la oposición que encabeza Juan Guaidó siguen acusando a Nicolás Maduro de haber amañado su reelección en 2018 y el reconocimiento de aquél como legítimo presidente del país por parte del Reino Unido provocó el bloqueo de las 33 toneladas de oro que habían sido devueltas a Venezuela tras el pago del préstamo solicitado a Deutsche Bank.