Icono del sitio Oroinformación

Las tres principales razones por las que es conveniente invertir en oro físico

Dados de oro

El oro se está beneficiando de una conjunción de factores, entre los que se encuentran el aumento de la inflación, la incertidumbre respeto al futuro de la economía global y la debilidad de otros activos con los que compite, como los bonos del tesoro, por los bajos tipos de interés. Si a ello se le suman las políticas monetarias de los bancos centrales, que tratan de atajar estos problemas, se conforma un cóctel que podría disparar el precio del oro por encima de los máximos alcanzados recientemente.

El actual entorno del mercado es muy favorable a la subida del oro, con la inflación creciendo por encima de las previsiones, los tipos de interés reales en negativo y los bancos centrales poniendo en marcha programas de rescate de la economía.

Como señala Stefan Gleason desde el blog de Money Metals, “los inversores en oro tienen la ventaja de que los árboles no les impiden ver el bosque. En otras palabras: entienden que el metal dorado no va a estar subiendo continuamente de precio. Sin embargo, se espera que la tendencia a largo plazo sea positiva, superando los registros históricos establecidos anteriormente”.

Esta postura choca frontalmente con los nuevos inversores, acostumbrados al dinero rápido que se puede obtener en las bolsas, y que no ven ninguna ventaja en poseer un activo que consideran anticuado como el oro.

“En cambio, los inversores experimentados saben perfectamente que no pueden permitirse no invertir en oro”, apunta Gleason, quien expone las que a su juicio son las tres principales razones para adquirir oro físico.

1.- La inflación se dispara

Uno de los temas de moda en la prensa económica y financiera es la subida de los índices de precios y, por lo tanto, de la inflación, que se ha incrementado en estos meses pasados más que en los últimos años.

“Conforme suben los precios de los bienes y servicios, la Reserva Federal y otros bancos centrales del mundo han manifestado su intención de mantener pisado el acelerador monetario, conservando los tipos de interés en niveles cercanos a cero y emprendiendo ambiciosos programas de flexibilización cuantitativa y de recompra de bonos”, afirman desde Money Metals.

Así, mientras la Reserva Federal no aborde el problema de la inflación y siga manteniendo los tipos de interés cercanos a cero (lo que significa que los rendimientos de los bonos, rivales del oro, serán negativos), el valor del dólar seguirá cayendo aún más. Y el beneficiario principal de ello será el oro.

2.- El oro es más que una promesa

“En un mundo dominado por las divisas fiat, las naciones no tienen otro medio de respaldar su moneda que una promesa. Los Estados Unidos, por ejemplo, no respaldan los billetes de dólar de la Reserva Federal con nada más que la buena fe y su reputación, desde que se eliminó la convertibilidad dólar/oro”, señala Gleason.

Por tanto, el dólar se convierte, simplemente, en una promesa de pago. Cuanto más cae la confianza en el cumplimiento de esta promesa, menor cantidad de bienes y servicios se pueden adquirir con esos dólares, con lo que baja el poder adquisitivo de los ciudadanos. Ése es el verdadero efecto de la inflación en la economía.

Cuando los ciudadanos evitan gastarse el dinero en bienes y servicios no esenciales, como un coche nuevo o unas vacaciones, la actividad económica se ralentiza y se corre el riesgo de caer en una recesión.

Por ello, la única forma que tienen los ciudadanos de protegerse frente a la inflación y la pérdida del poder adquisitivo que ocasiona es adquirir oro físico, que va a mantener su valor y, por tanto, proteger su patrimonio.

3.- El oro es conocido y apreciado en todo el mundo

“No hay otro activo de inversión que sea valorado y reconocido en todo el mundo como lo es el oro físico. Por tanto, el oro debería considerarse como la única forma auténtica de dinero en el mundo”, apunta Stefan Gleason.

El papel moneda ha mostrado muchas veces sus carencias con el paso del tiempo, y el dólar estadounidense no constituye una excepción. En cambio, como subrayan desde Money Metals, “el oro es un activo tangible que se puede sentir y sostener en la mano. El valor de una moneda de inversión de oro procede exclusivamente de su contenido en metal, en vez de ser una promesa de pago de la entidad que la ha emitido”.

Así, cuando se compra oro físico, se sabe lo que se tiene y lo que vale; puede ser vendido e intercambiado por otros activos, en cualquier parte del mundo.

Además, su mercado es enormemente líquido, lo que facilita la tarea de venderlo a comerciantes u otros inversores.

“Dada su larga historia como una fuente confiable de valor y como protector del patrimonio, no existe un activo mejor al que recurrir en tiempos como los actuales que el oro, concluye Gleason.

Salir de la versión móvil