Las perspectivas de la inversión minorista en oro son mucho más positivas que las de la inversión institucional de cara a este año 2021. De hecho, tras la importante subida de las cifras de compra de lingotes y monedas de oro durante 2020, se espera que en 2021 se alcance un nuevo récord en este apartado en los países occidentales.
El último informe Precious Metals Weekly publicado por la consultora británica Metals Focus analiza las perspectivas de la inversión minorista en oro físico en los países occidentales. Según sus cifras, la compra de lingotes y monedas de oro de inversión en Europa creció un 2% interanual en el primer semestre de 2021.
Un incremento que puede parecer modesto, pero que se produce sobre una base ya elevada en el primer semestre de 2020, cuyas cifras se vieron espoleadas por el desencadenante de la pandemia, alcanzando el total más alto en un primer semestre desde 2013.
El informe constata también que la inversión minorista en oro está dominada desde hace tiempo por Alemania y los países de lengua germana, que han registrado importantes subidas desde el comienzo de la pandemia. Sin embargo, los países de habla no germana también se han visto arrastrados por esta tendencia y han registrado importantes aumentos interanuales de las compras de productos de oro.
Por lo que se refiere a Norteamérica y, en especial, a los Estados Unidos, la inversión en oro físico por parte de los clientes minoristas ha crecido a más del doble en el primer semestre del año, gracias a las bajas ventas registradas en los seis primeros meses del año pasado, cuando los problemas de suministro de lingotes y monedas afectaron a las transacciones en el mercado.
Unos problemas que aún no se han resuelto del oro en 2021, ya que, según los analistas de Metals Focus, el mercado de bullion en Estados Unidos sigue sufriendo cuellos de botella durante buena parte del primer trimestre, que han provocado un aumento de los tiempos de entrega por parte de los fabricantes y comerciantes.
Como consecuencia, las primas que pagan los clientes han permanecido en niveles muy altos durante buena parte del primer semestre, descendiendo ligeramente en las últimas semanas.
“En ambos mercados [Europa y Norteamérica], el atractivo del oro como activo refugio han sido el principal factor que ha impulsado la inversión. En especial, las previsiones acerca del mantenimiento de unos tipos de interés reales muy bajos durante bastante tiempo, la preocupación por el aumento de la inflación y la amenaza de las nuevas variantes del covid-19 han desviado la atención de los inversores hacia los activos tangibles. La falta de confianza en las divisas fiat ha provocado que algunos inversores minoristas prefieran lingotes o monedas de oro físico en vez de productos como los ETP respaldados por oro, a pesar de que las primas en aquéllos son mayores”, apunta el informe.
Dado que la mayoría de los inversores cuentan con un horizonte a medio o largo plazo, los factores desfavorables a corto plazo (como la subida de los rendimientos de los bonos a principios de año o la posibilidad de que se retiren antes de lo previsto las medidas de apoyo a la economía) no parecen haber afectado a su sentimiento respecto al oro, como sí lo ha hecho con los inversores institucionales.
“Esto también explicaría por qué las ventas de lingotes y monedas de oro han seguido siendo muy importantes durante los primeros seis meses del año, con volúmenes similares en el segundo trimestre a los del primero tanto en Europa como en Norteamérica”, apuntan desde Metals Focus.
Además, a diferencia de los inversores institucionales, los minoristas suelen considerar la caída del precio del oro como una oportunidad para comprar y la recogida de beneficios es menos frecuente.
“Dado que los factores que han animado la inversión minorista en oro van a continuar vigentes, las ventas totales de lingotes y monedas de este metal seguirán siendo importantes durante lo que resta de 2021”, concluyen los analistas de la consultora.