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LBMA y Consejo Mundial del Oro lanzan una base de datos de lingotes de oro seguros

Lingotes de oro de las reservas del Banco Central de la Federación Rusa

La seguridad frente a las posibles falsificaciones y la garantía de que el oro no procede de fuentes relacionadas con el crimen, la contaminación del medio ambiente o el abuso de los derechos humanos constituyen las prioridades de la industria del metal precioso. Para garantizar estas cuestiones, dos de los organismos más importantes del sector, la London Bullion Market Association (LBMA) y el Consejo Mundial del Oro se han aliado para crear una base de datos de lingotes ‘seguros’, que compartirán con numerosas compañías mineras y organizaciones que se  han adherido a este movimiento.

Esta iniciativa patrocinada por la London Bullion Market Association (LBMA) y el Consejo Mundial del Oro tiene como objetivo excluir del mercado internacional al oro relacionado con la violencia y el crimen. Cada año, oro valorado en miles de millones de dólares se extrae de explotaciones ilegales y sin control, y es utilizado por guerrilleros y narcotraficantes como medio de financiación de sus actividades o de blanqueo de capitales.

A pesar del cuidado con que las organizaciones internacionales controlan y vigilan el oro que se introduce en el mercado, lingotes del metal precioso con los logos falsificados de las principales refinerías logran entrar en el mercado y sirven para el blanqueo de capitales por parte de estas organizaciones criminales.

Por ello, la LBMA, junto con el Consejo Mundial del Oro e importantes firmas del sector como las mineras Barrick Gold y Newmont; las refinerías Metalor y MKS PAMP; o las compañías de transporte y custodia Brinks y Loomis se han organizado para compartir información y crear un programa piloto que aspira a extenderse por todo el mundo.

El objetivo es garantizar a los clientes, traders y cualquier participante en el mercado que el oro es auténtico y que procede de fuentes responsables y sostenibles. Para ello, se ha puesto en marcha una base de datos basada en la tecnología blockchain y gestionada por las compañías aXedras y Peer Ledger, que registrará y monitorizará todos los lingotes, señalando su procedencia y la transcripción de toda su trayectoria.

Las refinerías de metales preciosos llevan tiempo lidiando con este problema y han implementado diversas medidas de seguridad y de trazabilidad de los lingotes de oro, aunque se han centrado en los lingotes de 1 kilo en vez de en los de 400 onzas (12,44 kilos) que son los habituales en las reservas de los bancos.

El problema es que estos programas se han adoptado de forma individual y las empresas tienen reticencias a la hora de compartir su ‘know how’ con la competencia. Por ello, organismos internacionales como la LBMA y el Consejo Mundial del Oro, en el que estas compañías están presentes, quieren acelerar la introducción de estos programas y asegurarse de que funcionan de forma colectiva, y así detectar y poder rechazar el metal que procede de orígenes sobre los que no se ha facilitado información.

Según la información publicada conjuntamente por la LBMA y el Consejo Mundial del Oro, en la fase inicial del programa piloto las dos compañías que gestionan la base de datos harán demostraciones de cómo su tecnología puede lograr un ecosistema global en el que se cree un registro indeleble del lugar de origen y la cadena de custodia de cada uno de los lingotes.

El objetivo es animar a todos los participantes en la industria del oro a que adopten esta tecnología, de forma que todos los lingotes de oro queden integrados en una base de datos única que registre todos sus movimientos durante la cadena de suministros, desde que se extrae el oro hasta que los lingotes quedan depositados en la cámara acorazada.

Como apunta Ruth Crowell, CEO de la LBMA, “el comercio internacional de oro físico al por mayor se basa en la confianza. Esta nueva iniciativa subraya la confianza que pueden tener todos los participantes en el mercado en la integridad y responsabilidad del oro con el que negocian y el que compran. Se trata de un gran avance en la búsqueda de la transparencia, para el beneficio común de toda la industria del oro”.

Para David Tait, CEO del Consejo Mundial del Oro, “los consumidores y los inversores quieren saber si su oro ha sido producido de forma responsable y sostenible, y conocer la trazabilidad de los lingotes. Esta iniciativa va a contribuir a introducir los estándares más altos en toda la cadena de suministro”.

Según Crowell, es posible que, con el paso del tiempo, se llegue a pagar una prima sobre el precio de los lingotes cuya trazabilidad está asegurada, frente a los que tienen una procedencia desconocida.

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