La situación de la economía libanesa es muy complicada, hasta el punto de que funcionarios de este país se han reunido con el Fondo Monetario Internacional para buscar fórmulas de reestructurar su enorme deuda y restaurar su economía. Algunos expertos recomiendan que el país eche mano de sus reservas de oro para solventar la situación.
Según el diario libanés The 961, en la reunión con el Fondo Monetario Internacional ha surgido la cuestión de las reservas de oro del país que, hasta el momento, constituían un tema tabú, ya que eran la única garantía con que contaba el país para estabilizar su divisa y vincularla al dólar.
El Líbano comenzó a acumular oro en 1943, poco después de su independencia (declarada en 1941 pero retrasada por la negativa de Francia a retirar el protectorado), y continuó comprando metal precioso hasta 1971.
Tras el estallido de la guerra civil en el país, en 1975, parte de esas reservas de oro se transfirieron a Fort Knox, en el estado de Kentucky (EEUU).
Según los últimos datos publicados por el Consejo Mundial del Oro, las reservas del Líbano ascienden a 286,8 toneladas. El país se encuentra inmediatamente por encima de España (281,6 Tm) en la clasificación de países con mayores reservas.
El debate se centra ahora en la posibilidad de que el Gobierno libanés acceda a vender parte de esas reservas de oro, para aliviar la elevada deuda del país y evitar el colapso de su economía.
Desde algunos foros económicos y empresariales del país se ha sugerido que se empiece a usar el oro para reestructurar la economía, proteger a la población y preservar la soberanía del Líbano, como parte de un plan de reestructuración global y no simplemente canjeándolo por la deuda.
Para ello, sugieren utilizar la parte de las reservas de oro que se encuentra depositada en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
Por su parte, Ghassan Ayyash, antiguo vicegobernador del Banque du Liban, ha explicado que, durante mucho tiempo, las reservas de oro del país han servido de garantía de estabilidad de la divisa local, la libra libanesa.
“Sin embargo, esto era posible cuando el tamaño de las reservas de oro era proporcional al tamaño de nuestra masa monetaria y del PIB, y cuando el sistema monetario global estaba basado en la cobertura de las divisas con oro”, ha precisado.
El problema es que se ha disparado el tamaño de la masa monetaria hasta un nivel tan grande que la cobertura en oro resulta insuficiente, “por lo que no hay dudas de que las reservas de oro ya no son una garantía para la estabilidad de la divisa”.
El debate sobre si utilizar las reservas de oro para solucionar los problemas de la economía local se ha planteado también en otros países durante los últimos meses.
En Italia, por ejemplo, la coalición de Gobierno llegó a plantear cambios legislativos para permitir la venta de parte de las reservas de oro del país. Un tema controvertido, teniendo en cuenta que Italia es el tercer país con mayores reservas en oro (2.451,8 Tm), solo por detrás de los Estados Unidos y Alemania.